El nuevo gobierno que elegimos, con un Presidente joven, justo, inteligente, equitativo, responsable, que trabaje sin mermeladas y con un fuerte llamado a la unión, la justicia y el respeto por las instituciones, tiene que darle prontas y adecuadas respuestas a muchas preguntas, veamos algunas de las más importantes.
¿Participan en las decisiones de salud los que son? No. En la actualidad, la mayoría de las decisiones se toman unilateralmente, sin participación de quienes se han preparado para dar los principales lineamientos. Las asociaciones, instituciones de salud, usuarios y en general la comunidad es ignorada, y cuando existe una representación estas personas no ejercen su papel como debe ser o son silenciados por las mayorías que manejan la medicina comercial. Aquí se pierde la equidad y la solidaridad. La representación del gremio de la salud es muy baja y cuando existe sus representantes no cuentan con la formación y los méritos necesarios, solo prima la fuerza política y comercial. Es decir, los científicos y especialistas en el área no son llamados junto con la comunidad, las escuelas de formación en salud tienen una baja participación.
¿Se conoce una línea en el manejo de la salud en Colombia? No. La mayoría de las personas no conocen ni las líneas gubernamentales ni el derrotero a seguir. Estas deben ser ampliamente conocidas, sobre todo por el personal de salud relacionado, público y privado.
¿Existe una información básica completa? No. Desde hace mucho tiempo y a pesar de los esfuerzos y gastos asignados, la información de salud en Colombia es incompleta y deficiente. Se desconocen los manejos, protocolos, guías y gastos por patologías, enfermedades o pacientes. Además, no existe el contacto directo con las comunidades, mayormente en las áreas más alejadas, donde la salud no llega. La historia clínica nacional traería un cambio dramático en la información, siempre y cuando esta sea completa, clara y veraz. Permitiendo implementar la telemedicina en todos los sectores.
¿Está nuestro sistema de salud funcionando correctamente? No. Los permanentes defectos manifestados por los usuarios, las enormes irregularidades, corrupción permanente y el mal uso de recursos lo certifican. La gran cantidad de instituciones hospitalarias quebradas están cada día en aumento. Su análisis no se ha hecho profundamente para encontrar y eliminar sus deficiencias. La Ley 100 de 1993 debe ser reformada y actualizada, pero los proyectos de reforma fueron archivados.
¿Se ha analizado lo que la gente necesita, lo que la gente puede aportar con apoyo solidario y cómo solucionar esas necesidades?, además de ¿cuáles deben ser los aportes presupuestales para mejorar la salud? No. Los recursos para la salud no han sido bien administrados, evidenciándose en sus resultados. No solo se necesita afiliar a la gente, sino darle también una medicina con calidad.
¿El análisis económico y financiero de la salud ha tenido en cuenta los anteriores planteamientos? No. La salud no depende solamente de los planteamientos financieros, en los últimos tiempos -muy a pesar de que se sabe que la salud no se compra solamente con dinero- esta ha sido la tendencia al colocar expertos en la economía para resolver un tema más amplio, que necesita del conocimiento científico, de la academia, de las condiciones del medio, del aporte de las comunidades y de su educación.