1. David Ospina. El arquero respondió con tranquilidad y seguridad a cada ataque de Senegal, sobre todo después del gol de Yerry Mina. Sin su blindaje hubiese sido imposible sacar el arco en cero. No permite goteras en su portería. Y con los pies no se complica, la saca larga cuando debe hacerlo. Siempre atento y rápido para achicar, para volar, para reaccionar. Tiene un gran porcentaje en esta victoria.
2. Yerry Mina. Cuando los caminos ofensivos de Colombia estaban más enredados y complicados, sin posibilidades de explotar el toque y habilidad de nuestros jugadores, apareció el gigante de Guachené, se elevó por los cielos cual basquetbolista de la NBA y clavó la bola en el arco senegalés con un potente cabezazo. Golazo de oro.
3. Se adaptó. En medio de la incomodidad que generó Senegal con su fortaleza y presión, Colombia pudo, poco a poco, adaptarse y afrontar ese estilo de juego. Sufrió, tuvo sofocos y le costó amoldarse, pero finalmente lo consiguió. Tampoco se dejó vencer por la adversidad de no contar con su principal figura, James Rodríguez, que salió lesionado. Luis Fernando Muriel, quien entró por el 10, mostró movilidad y velocidad para empezar a filtrar al seleccionado africano.
4. Manejo. Después del gol de Mina, hubo un par de sustos en el arco de Colombia, pero luego el combinado patrio se apoderó del balón y mantuvo a los africanos lejos de su portería. Buscando faltas, dándole trámite al juego en el medio y rechazando seguro cualquier asomo ofensivo del rival, la Selección aguantó y controló la reacción del adversario.
5. La actitud. El equipo no fue arrollador como ante Polonia porque Senegal no se lo permitió, pero en ningún momento bajó los brazos y cesó en su intento de buscar el gol de la ventaja de alguna forma. No se le hizo fácil, pero no escatimó esfuerzos en gestionarlo. A falta de toque colectivo e incursiones por las bandas, bueno fue el juego aéreo de Mina para alcanzarlo. Para defender ese gol la actitud también fue la adecuada. Se mostró temple en la defensa y en el mediocampo para afrontar el juego.