Las hipotecas no se ven

En alguna ocasión al entrar en un avión noté en el fuselaje que queda tapado cuando la puerta se cierra, una plaquita adherida que decía: “Mortage Bank of América” (Hipotecado al Bank of America de San Francisco). Con los edificios las hipotecas no se ven, uno admira los cristales ahora hasta de colores como los que luce el modernísimo y artístico monumento Ventana al Mundo, muy visitado este fin de semana, ubicado en la glorieta de Tecnoglass y que probablemente, junto con los de la Catedral de Barranquilla, sean las más grandes superficies vitrales de Colombia. Amigos lectores, ¿se imaginan la preocupación del nuevo candidato a ministro de Hacienda cuando en el empalme advierta “la verdad verdadera” de las finanzas públicas que va a recibir para administrar? ¿Cómo cubrirá las deudas generando intereses, así fueran contratadas previsivamente con plazos cómodos, más “las cartas al Niño Dios” de todas las regiones pidiendo para sus necesidades?

¿Quién apropiado se le mide al Minhacienda?

Más de uno podría dudar en aceptar el reto. Un cargo muy poderoso del país, pero preocupante con una incomprensión previsible por no poder atender a mil peticiones de recursos, seguramente razonables, pero cuando no hay plata, hay que salir a tomarla prestada y ¿hasta cuándo los banqueros nos van a seguir proveyendo de fondos? Algunos fondos de inversión extranjeros comenzaron a desinvertir en nuestros Títulos de Deuda Pública (TES). La Inversión Extranjera Directa (IED) registra más salidas que entradas, pero el saliente ministro de Hacienda le precisó a Yamid Amat que el crecimiento de la deuda externa solo es estatal en un 30%, y que el monto del 70 % corresponde al sector privado, financiando sus compras de activos en el exterior, entre ellos ISA, supermercados, bancos, cementeras e industrias de alimentos, más Ecopetrol que es mixto. ¿Cuánto cuesta la JEP y demás obligaciones pactadas ya y por pactar con el ELN en La Habana? Necesarias, pero hay que cuantificarlas y proveerlas. La Ley de la Regla Fiscal fue cumplida y proyectada para el presupuesto del 2019.

Las bancas del malecón de Puerto Colombia

La promotora cultural Hortencia Sánchez, radicada en Puerto Colombia y amiga de los artistas, ha acumulado en una fundación porteña casi un centenar de hermosas bancas de madera, pintadas por su gente con diversos y atractivos motivos, revestidas con materiales protectores contra el sol y el salitre. Los voluntarios artistas intentan alegrar con sus coloridas bancas ese largo malecón que se inicia cercano al vetusto muelle, aquel cuya construcción en madera inició Juan Colina y terminó el ingeniero cubano Cisneros, malecón que llega hasta Pradomar. Las bancas muy atractivas, pero al estupendo malecón hay que limpiarlo, cogerle algunos detalles de mantenimiento y ponerlo a tono para que se luzca con el bello regalo a Puerto de sus artistas. Hortencia invita al joven Steimer tu alcalde, a una caminata durante un fresco atardecer y con los arreboles en el firmamento seguramente se entusiasma y completa el mantenimiento que necesita el malecón.

Estamos siendo observados

Las calificadoras de riesgo nos abrieron un compás de espera a la expectativa de la Reforma Tributaria de Santos y Cárdenas que no dio un brinco. Así que el valiente que confirmen en el Minhacienda y se le mida al reto, ya comenzó a escuchar que la Banca Multilateral y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington están sugiriendo más impuestos. ¿A quiénes? pues a quienes puedan pagarlos y no tengan poder de lobby para detenerlos o transarlos. El presidente electo está estudiando recortes de gastos, porque le toca. Algo impopular, pero toca cuando no hay con qué. Un urgente control al gasto innecesario, y a las avivatadas en la contratación de obras o suministros. El Gobierno sostiene que no han sido “gastones”, pero es preciso que las obras se realicen a precios razonables, se ejecuten como se contrataron y los proveedores del Estado entreguen completos y con la calidad demanda los suministros licitados. El contralor Maya semanalmente destapa “discrepancias”.