Francia

¿Dónde y cómo se le descubre algún punto vulnerable? Si luce tan sólida y consistente para defender. Con muchos recursos en los duelos a ras y casi inexpugnable en el juego aéreo. Con Kanté en el medio, el extraordinario y más admirado esquilmador de los avances enemigos. A su derecha un Pogba más simple, con su exuberante zancada que le permite devorar metros, con y sin balón, para agregarse con calidad y criterio a la zona de gestación. Y a la izquierda, el tan silencioso como útil Matuidi. Luego Griezman, un fino y elegante jugador de equipo (en fase defensiva es el que más trabaja de los de arriba) que con su sutil y educada zurda y su visión le da calidad y eficacia a la organización de juego.

Todo lo anterior lo complementa la irreverencia y la habilidad y técnica en velocidad de Mbapé (que también algún truquito de magia con el balón ha regalado). Además, Francia, para no estar al margen de la tendencia mundialista, convirtió goles de cabeza de sus defensores (Varane vs. Uruguay; Umtiti vs. Bélgica).

Francia no ha necesitado tener siempre brillantez, pero siempre tiene disponibles jugadores brillantes para inclinar el partido a su favor. Se adapta con madurez a las diferentes circunstancias del partido: dominador o dominado. Elaborando o de contraataque. Presionando o replegado.

Hasta ahora, se ha dado el ‘lujo’ de tener como punta de lanza a un infecundo ariete, Girourd. Y de contera, cuando apareció alguna fisura, entonces Lloris, su arquero, tuvo dos o tres salvadas de lujo. Francia ha tenido tiempo para la concentración y para la inspiración. Para la tarea y para el recreo. Para ganar y para gustar.

Croacia

Cualquier adjetivo que describa la voluntad, el coraje, la exigencia y la motivación, le cabe a la Selección de Croacia. Rozando la épica ha llegado a la final, saliendo ileso de tres alargues y dos definiciones desde el punto penal. Con un irreductible compromiso con el concepto equipo. Jugadores de primer nivel, con excelente técnica, pero sin personalizar en exceso su propio lucimiento.

Croacia es una ordenada unidad liderada por la inteligencia de juego de Modric y Rakitic. Un arquero iluminado para acertar en los tiros desde el punto penal, laterales firmes en marca y muy activos en ataque. Dos centrales (Vida y Lovren) recios, estrictos, con buen juego aéreo. En el medio, Brozovic es el Kanté croata. Tiene la misión de guardarles la espalda a los dos líderes futbolísticos (Modric y Rakitic) y comandar la recuperación en fase defensiva.

El trío ofensivo es un retrato de cuerpo entero de la persistencia y espíritu de lucha de Croacia: Perisic, Mandzukic y Rebic son un incordio para las defensas por su potencia física, su incansable búsqueda y determinación innegociable. Quizá esa sorprendente reserva física, aparte de su preparación y alta motivación, también se deba a esa sabiduría y lucidez para conducir de Modric y Rakitic, que parecen tener, en su cerebro, un mapa y un reloj con los que manejan a su antojo los tiempos y los espacios, para que, a pesar de haber alargado la ruta a la meta, aún conserven energías. Croacia ha sido pragmática y encantadora (vs. Argentina). Luchadora y creativa (muchas veces). Conmovedora y Modric (siempre).