Los Juegos Centroamericanos y del Caribe (JCC) han sido un éxito. Comenzaron con una inauguración que divirtió y encantó a sus espectadores y demostró, una vez más, que en Barranquilla hay gran talento artístico que debe ser impulsado y reconocido. En el desarrollo de los Juegos hemos evidenciado una excelente asistencia a los escenarios deportivos, así como a los eventos paralelos, como la Feria del Río. Esto, además, demuestra una necesidad latente de la ciudad: el barranquillero quiere consumir algo más que bienes materiales en los centros comerciales, quiere consumir cultura y deporte.
Para los JCC se destinaron, según el diario EL HERALDO, alrededor de $500 mil millones. Este dinero equivale a 12 mil viviendas de interés social. Es importante poner en perspectiva este valor, ya que existe un debate mundial sobre si los recursos que se destinan a los grandes eventos deportivos resultan ser una inversión o un gasto. Hay evidencia que sustenta cada una de las tesis. Por ejemplo, Barcelona aprovechó los juegos para revitalizar su imagen internacional, así como su paseo marítimo. Medellín generó una nueva cultura deportiva que promueve el alto rendimiento y la inclusión social a partir de la infraestructura de los Juegos Suramericanos del 2010. Por otro lado, en Río de Janeiro las Olimpiadas tuvieron consecuencias sociales nefastas. En Cartagena, los JCC del 2006 dejaron a la ciudad una gran infraestructura deportiva que, según el IDER, hoy requiere de una inversión de $45 mil millones para que pueda ser utilizada.
Parte del éxito de las ciudades que se han beneficiado de ser sede de grandes eventos deportivos se debe a que organizaron los juegos, no como un fin en sí mismo, sino como un medio para apalancar el desarrollo de la ciudad y además ejecutaron un plan para la sostenibilidad y aprovechamiento de los escenarios. Por lo tanto, lo que determinará, en el caso de Barranquilla, si los recursos son inversión o gasto será, por un lado, si estos se integraron al plan de ciudad y por el otro las acciones que se realicen a partir del día después de finalizados los juegos.
El alcalde Char ha dicho que le ha dedicado esfuerzo a la organización de los Juegos y señaló: “porque quiero que toda esta transformación de mi ciudad tenga un fondo social, que impacte en los barrios, en los clubes deportivos, en las comunidades”. Entendemos a partir de dicha afirmación que integró las justas al modelo de desarrollo de ciudad, aprovechando los recursos destinados para generar inclusión social. Esta estrategia debe contener un plan que institucionalice el deporte como uno de los ejes principales del desarrollo social y económico, del entretenimiento y de la identidad de la ciudad. Así mismo, debe incluir el proyecto a largo plazo de sostenibilidad y aprovechamiento de los escenarios deportivos. Recomiendo que dicho plan se estructure y socialice con las ligas, clubes deportivos, empresa privada, universidades, colegios, organizadores de eventos y la ciudadanía en general, para que todos seamos garantes de su cumplimiento, participemos de la sostenibilidad de estos escenarios y tengamos unos juegos para toda la vida.
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