Desde el 1 de marzo operará la Unidad Administrativa.
El Plan de Alimentación Escolar es una estrategia que incide positivamente en la acogida, el bienestar y la permanencia de niños, niñas y jóvenes en las aulas, además de cumplir el compromiso de brindar una educación integral y de calidad que de oportunidades para todos y contribuya al desarrollo de los territorios.
Con esa visión, el Gobierno Nacional determinó crear la Unidad Administrativa Especial de Alimentación Escolar (Artículo 189 de la Ley 1955 de 2019), como una entidad adscrita al Ministerio de Educación Nacional, con autonomía administrativa, personería jurídica y patrimonio independiente, con el objeto de fijar y desarrollar la política en materia de alimentación escolar.
Es así como el pasado viernes, el presidente Iván Duque Márquez anunció que desde el primero de marzo empezará a operar esta Unidad Administrativa con el objetivo de fortalecer e impulsar la estrategia contra la deserción escolar y la protección de las trayectorias educativas completas.
Los cinco objetivos específicos de la Unidad muestran el campo de acción. El primero es “Fortalecer los esquemas de financiación del Programa de Alimentación Escolar”; tema en el que este Gobierno ya realizó un importante trabajo en 2019 al incrementar el aporte de recursos propios de la Nación en el 45% y generar base para los siguientes.
El segundo establece la obligación de “definir esquemas para promover la transparencia en la contratación del Programa de Alimentación Escolar”. En este sentido la Unidad concentrará el esfuerzo en los procesos preventivos, a partir de un ejercicio de gestión del riesgo que favorezca la generación de alertas tempranas en la operación del PAE y que casos como el de Barranquilla en 2016 tengan información suficiente para actuar con oportunidad.
El tercer objetivo de la Unidad es “Ampliar su cobertura y garantizar la continuidad con criterios técnicos de focalización”. Buena parte del crecimiento para llegar a 7 millones de estudiantes tendrá que ser con cofinanciación y sobre todo con eficiencia.
“Garantizar la calidad e inocuidad de la alimentación escolar” es el cuarto objetivo. Se parte de las diversas visiones de calidad alimentaria y continúa con la difícil condición de aislamiento de muchas de nuestras poblaciones rurales, lo que implica otro compromiso para la naciente Unidad.
Por último, el quinto objetivo se refiere a “Proponer modelos de operación para fortalecer la territorialidad en esta materia”. La Unidad tendrá que robustecer los lineamientos técnicos, de tal forma que respondan a las necesidades propias y a la diversidad territorial, étnica y cultural; faciliten los procesos y trámites para garantizar la adecuada y oportuna atención con calidad a los estudiantes focalizados.
La Unidad tiene ahora los retos de aportar al acceso y la permanencia especialmente de la población rural y vulnerable, mejorar las condiciones de bienestar para el aprendizaje, promover la alimentación saludable en los estudiantes y sus familias y fortalecer las economías locales.
María Victoria Ángulo
Ministra de Educación