¿Y esa victoria de quién es? Es una pregunta típica del entorno del fútbol cuando se va un entrenador y quien lo sucede gana el siguiente partido. La llegada de Amaranto Perea, como técnico en propiedad del Junior de Barranquilla, produjo la misma pregunta en sus triunfos sucesivos a la partida de Comesaña que lo dejó a él como heredero. Junior ganó dos partidos en Copa Libertadores y otro más en Liga BetPlay.

Con motivo de la derrota ante Envigado, en feo partido, volví a acordarme de la famosa pregunta, pero al revés. ¿De quién es la derrota, de Amaranto o de Comesaña?

En uno u otro caso, he pensado siempre que la responsabilidad de una victoria o una derrota es del entrenador que está al frente del equipo.

Si bien los técnicos que se van dejan huella de lo que es su fútbol, no cabe duda que el que llega pretenderá siempre poner esa huella también arrancando de la idea del antecesor.

Lo estamos observando ahora. Amaranto escogió los convocados para los partidos, dispuso de la alineación titular, incluyó a Sherman y a Rangel que no eran tenidos en cuenta por Julio, estuvo en la raya dirigiendo, tomó la decisión de los cambios en cada juego y ordenó las modificaciones del esquema posicional en medio de los partidos.

Luego, las victorias y las derrotas son para el técnico sucesor, el que quedó al frente, el que hizo la lista de convocados en cada uno de los partidos, el que cambió a Pedro por Juan, el que ordenó hacer una doble línea de cuatro para quitarle los espacios y las posibilidades ofensivas al rival o el que dispuso un equipo ofensivo con ayuda de volantes y laterales al ataque.

Atribuirle victorias o derrotas a los entrenadores que se fueron, que pudieran estar viendo el juego a kilómetros de distancia o no verlo (que es muy común) no es válido porque no se trata sólo de jugar “como el de antes” sino porque se toman decisiones que nada tienen que ver con el antecesor comenzando por hacer la lista de convocados.

Una cosa es la memoria futbolística que deja el entrenador que se va y otra es la toma de decisiones del sucesor antes, durante y después del partido cuando se deciden cosas producto de ganar o perder.

Las victorias y las derrotas son para el técnico que toma las decisiones más que por utilizar o no las formas y maneras de jugar al fútbol que dejó su antecesor.

Es que el que se fue, ya no juega…