Aquí quiso hacer el elogio de Barranquilla como ciudad. Y dijo “Barranquilla es la ciudad de las puertas abiertas”, pero alguien que escuchaba le pareció que la ciudad no merecía el elogio y la cambió a su manera, a su lenguaje. Un lenguaje ordinario y dijo “Barranquilla es la ciudad de las piernas abiertas” y cada vez que hay un aniversario, cada quien procura hacer el señalamiento de la ciudad.
Una señora muy humilde me dijo un día: “Yo siento tanto a Barranquilla que es como mi sangre y por eso digo Barranquilla te llevo dentro”, y es cierto si hay algo que circula y le da vida al cuerpo humano, es la sangre, con la ayuda naturalmente de otros órganos como el cerebro que dispone la repartición de la sangre, la sangre que se distribuye por las venas, los pulmones que entran y clasifican, el corazón que hace los movimientos pertinentes. Y si es por color, yo creo que Barranquilla tiene todos los colores, tiene el color del arcoíris, tiene el rojo, el verde, tiene el amarillo, azul, negro, blanco, el gris… ¡Tiene todos los colores! Y si es por olor, Barranquilla tiene todos los olores ricos y sabrosos.
Cada quien siente la ciudad a su manera, pero yo tengo la creencia de que cada quien quiere a Barranquilla a su gusto, a su manera. Pero me gusta la frase de “Barranquilla te llevo dentro”, porque cuando tú llevas dentro a una persona, la tienes en tu mente, la tienes en el pensamiento. Y como cuando tu fijas la figura de un niño recién nacido, la fijas en tu mente, y tu sabes que fijas eso.
Así que lo dejamos de ese tamaño para repetir lo que dice el tablero: “Barranquilla te quiero tanto, te admiro tanto, te deseo tanto, me gustas tanto que Barranquilla te llevo dentro”.
Fundación El Ñero más Ñero
Jaime Jiménez Vides