Por lo menos el pueblo colombiano es consciente de la triste realidad que atraviesa el país, eso como tal, es “una buena noticia”. Sería peor que el pueblo fuera conformista, que padeciera de ceguera; pero eso ya no es así, resulta y pasa que el pueblo está cansado del mismo juego de siempre, el pueblo como país ha abierto sus ojos.

Se ha completado un mes de paro a nivel nacional, obviamente por las malas directrices del gobierno, porque creen que pueden hacer con el país lo que quieran, se olvidan de que hay necesidades en el territorio nacional, se olvidan de que hay un pueblo, un pueblo que exige cambios y quiere mejorar al país. Pero como el país ha abierto sus ojos, ahora el gobierno se hace el de los “oídos sordos” cuando en realidad conocen a cabalidad las causas del paro. El pueblo quiere dialogar, merece ser escuchado, el país no está ciego ni sordo; aquí el único problema es un gobierno altanero, enfermo de corrupción e insensible a las necesidades de un país.

Es angustiante como un gobierno poco a poco perjudica a su gente en salud, educación, trabajo, entre otras áreas. Pero claro, esto sucede cuando los mismos políticos alcanzan el poder, y creen que el país les pertenece, como si ellos fueran los únicos que lo habitaran. Ya el pueblo se cansó y se manifiesta mediante protestas hacia directrices torcidas; la gente de este país quiere cambios, no es justo que no haya oportunidades, no es justo tanto desempleo, no es justo tanta violencia; simplemente no es justo, sin embargo, lo más importante es que el pueblo se mantiene firme, y que conoce todos los truquitos y camuflajes que utiliza el gobierno para hacer de las suyas.

Y finalmente, como decía Gaitán: “Yo no soy un hombre soy un pueblo”, “El pueblo es superior a sus dirigentes” es una muestra clara del rol que maneja el pueblo, y su vez, de la autoridad que posee.

Brandon Smith Martínez Costa

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