Dracón fue un legislador de Atenas a cargo de la administración civil y la jurisdicción pública. Queriendo despojar a los nobles de la facultad de juzgar arbitrariamente, emprendió la recopilación de las leyes existentes, primer paso hacia un gobierno republicano. Se le atribuye entonces la primera codificación de las leyes de su ciudad, que hasta el momento se transmitían oralmente. Su riguroso código, que estipulaba penas muy severas hasta para infracciones menores, generó el adjetivo draconiano, el cual hace referencia a leyes o normas extremadamente inflexibles y severas.

A medida que el precio de sus acciones, y por lo tanto el valor de mercado de la compañía, se ve más afectado cada día, las empresas europeas reclaman que Estados Unidos ha enfocado de mejor manera la transición energética, llamando a las de la UE “las normas más estrictas del mundo”. Para el presidente de Total Energies, petrolera francesa, la relevante diferencia entre el comportamiento de sus acciones y las de Exxon Mobil, mayor productor de crudo y gas de E.E.U.U, se explica con creces por las siglas ESG, conjunto de criterios que regulan lo relacionado con Ambiente, Social y Gobernanza (traducción al español). Operar bajo estas estrictas pautas, ha afectado sus rendimientos, llevando a Total a elucubrar sobre la idea de cotizar acciones en la bolsa americana. Nadie podría juzgarlos, las empresas de energía europeas cotizan su acción en alrededor de un 40% menos con respecto a sus colegas americanos, según indican analistas del mercado. Los requisitos ESG en Europa han incidido en esta situación, es evidente y están ahogando a las empresas. Exxon, mientras tanto, declara basar su estrategia en la simple premisa de proporcionar los productos que el mercado mundial demanda, estimando que “en 2050, el 67% de la matriz energética mundial serán combustibles fósiles, frente al 68% del año pasado”. No es que Estados Unidos no tenga normas de protección del medio ambiente, las tiene por pilas, pero en términos generales lucen tímidas ante las draconianas medidas de la UE. El enfoque de los criterios ESG cede ante la economía en ese país, y si fuera Donald Trump quien regrese a la Casa Blanca, su lema de “perforar y perforar” (campos de petróleo y gas) será música para el oído de los productores. Por su parte, su rival, Kamala Harris, ha abandonado los cuarteles de las huestes anti fracking, y ahora apoya esta técnica, que llevó a su país a ser el mayor productor de gas y petróleo del mundo. Entretanto, la UE ha emitido más de 8.000 normas en un lustro, muchas sobre ESG; huelga decir que, al tener fuerza de axiomas, seguirán golpeando su mercado accionario.

En Colombia no nos quedamos atrás. Es posible que Dracón palideciera al enterarse de que la exploración de dos pozos de gas (Komodo y Uchuva), promisorios y claves para evitar que escalen los déficits de este combustible, está paralizada por normas y tutelas de último minuto para proteger el medio ambiente. “Estricto hasta lo insoportable” diría el legislador ateniense apelando a su epónimo.