Veo la palabra ‘literal’ convertida en muletilla, casi siempre mal utilizada. Marta Patricia Berdejo Sánchez, B/quilla

‘Muleta’ es diminutivo de ‘mula’, y ‘muletilla’ es diminutivo de ‘muleta’. Así como las muletas sirven de apoyo para caminar, las muletillas sirven de apoyo para hablar. Y son incontables: ‘valga la expresión, ¿me entiendes?, ¿me explico?, en ese orden de ideas, pues, por así decir, tú sabes, ¿no?, como digo, o sea, venga, vale…’. En todas las lenguas hay muletillas. Por eso, una de las mayores dificultades para aprender plenamente otro idioma son sus muletillas, que hacen parte del habla corriente. Muchas palabras pueden convertirse en muletillas. Es lo que pasa con ‘literal’, de la cual la lectora anexa estos ejemplos: ‘Ensalada de frutas, literalmente es fruta con queso y helado. Dos personas insistentes, literal me llenaron el celular de mensajes. Literalmente, eso no es fácil. Literal, no le presté atención’, y, además, adelanta que “posiblemente se emplea para expresar que el asunto es real, que no admite otra versión o interpretación”. Aunque innecesarias, las muletillas no son incorrectas, pues, al fin y al cabo, son palabras de apoyo; lo que pasa es que su uso repetitivo termina por aburrir o agobiar al oyente, lo que las convierte en una suerte de costumbre viciosa e inútil.

¿Existe en español una palabra para nombrar a las personas que han visto morir a sus hijos? Jorge Atanasio, Medellín

No conozco ninguna, pero hay algunas propuestas, como ‘huérfila’, que, por fea, puede resultar una palabra más punzante que el dolor mismo. Varios diccionarios amplían el alcance de ‘huérfano’ más allá de niños o jóvenes sin padres. Así, María Moliner, en su Diccionario de uso del español, en la cuarta acepción de ‘huérfano’ dice que tiene un sentido literario cuando “se aplica a la persona que ha perdido a sus hijos”. Y de ‘orfandad’ dice: “Abandono, desamparo, desvalimiento”, y nadie más desvalido que unos padres de luto por un hijo.

En una columna, el exministro Mauricio Cárdenas escribió: “… el Gobierno tiene la sartén por el mango…”. ¿No es ‘el sartén´? VCC, B/quilla

Puede ser ‘el sartén’ o ‘la sartén’, pues es ese uno de los llamados ‘sustantivos ambiguos’, que pueden ser tanto femeninos como masculinos según se utilicen con los artículos ‘la’ o ‘el’. En este caso, simplemente, el exministro empleó uno de los dos modos correctos de referirse a ese utensilio. Sustantivos ambiguos abundan en español: ‘la mugre o el mugre, el radio o la radio, el linde o la linde, la margen o el margen, el mar o la mar…’.

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