La Comisión V de la Cámara se ocupó de la crisis lechera, aunque le dio a la ministra solo 15 minutos para exponer la realidad de 350.000 colombianos, en su mayoría pequeños ganaderos.

La crisis se agravó por la coyuntura climática, pero los problemas de la cadena son estructurales, de todos los eslabones, aunque el hilo se rompa por lo más delgado, pues en las grandes cuencas lecheras -Nariño, altiplano cundiboyacense y Antioquia-, la mayoría de la leche proviene de campesinos pobres.

La caída del consumo, que obedece al incremento del precio al consumidor desde 2021, le restó 18 litros por persona hasta mediados de 2024, mientras el precio al ganadero, que venía cayendo y debía repuntar en verano, no lo hizo y bajó un 16 %.

La ministra habló del bajo nivel de acopio industrial, de solo 47 % del total de litros producidos, pero no aludió a un factor estructural: un mercado formal asimétrico en el que 10 empresas compran el 50 % del acopio y 50 compran el 85 %, con 350.000 ganaderos queriendo vender.

Durante años Fedegan ha planteado soluciones, una de ellas, que la ministra no mencionó, es un fondo tripartito (Gobierno–productores–industria) para crear una línea social de producto subsidiada por el Estado y no afectada por costos innecesarios.

Entre las acciones que mencionó está la destinación de 7.600 millones de pesos para fomentar exportaciones de leche en polvo y movilizar inventarios, 4.000 para promover, a través de la Bolsa Mercantil, la compra de leche por la industria alimenticia y compras públicas, y 3.000 para acopiar volúmenes adicionales; un total de 14.600 millones aportados por el Fondo de Estabilización del sector.

El tiempo no le dio a la ministra para hacer precisiones, pero a mí me corresponde aclararle a la opinión pública que los recursos del Fondo de Estabilización son aportados por los ganaderos cuando venden un novillo gordo o un litro de leche.

Somos los ganaderos aportando a solucionar nuestros problemas, aunque sea un aporte “invisible”, como el que hacemos, desde hace 28 años, para conservar al país libre de fiebre aftosa, no solo por la salud de los animales, sino para llegar a los mercados, a los que hoy, precisamente, tratamos de llevar más leche para que más leche sea comprada a nuestros campesinos.

Mencionó la ministra otras acciones con recursos de la Nación, y entonces me pregunto por la gran ausente en esa mesa de aportantes: la industria, a la que proveemos su insumo básico y es por ello un aliado natural.

De ahí mi invitación a que, bajo el liderazgo de la ministra, hagamos del Consejo Nacional Lácteo un foro de franca concertación, para avanzar de verdad en soluciones estructurales a problemas estructurales.

@jflafaurie