Jhon Jáder Durán convirtió el único gol del Aston Villa al todopoderoso Bayern de Múnich en la sonora victoria 1-0 del equipo inglés en la Champions. Fue, después de esa gesta, el delantero mejor calificado de la fecha, el más aplaudido por los hinchas y reconocido y entrevistado por grandes exfutbolistas como Thierry Henry, el fantástico goleador francés. Todo eso con apenas 17 minutos en el campo.
Durán está teniendo una estupenda frecuencia goleadora sin ser, aún, el centro delantero titular. Y, por ese seguro de imprevisibilidad y eficiencia le asignan el título de “el supersuplente”. Título que, si bien es para reconocerle su aporte, presiento, ni él, ni ningún futbolista de élite, desea ostentar y menos presumir de poseerlo.
Durán es un centro delantero zurdo, como el uruguayo Morena, el austríaco Kranlk, el italiano Vieri, el escocés Jordan, el ‘Pelado’ Díaz, por mencionar a unos que se revelaron a la supremacía de los diestros en la posición de los goleadores.
Posee una acentuada técnica en la pegada: firme y precisa. Su pie izquierdo tiene una amigable relación con la pelota, le conoce sus mejores zonas para impactarla, a veces con fuerza, otras con sutileza, en ambas con dirección confiable.
Durán también tiene una buena estatura y cabecea bien. Y, antes del gol, sabe asociarse, devolver una pared o enviar un centro bien dirigido cuando termina la jugada por un costado.
Si este prematuro protagonismo no lo desenfoca, si está dispuesto a mejorar día a día, si lo acompañan y asesoran, si tiene buena salud, si comprueba que el fútbol es “materia placentera y hay que saber convertirla en escuela” y, sobre todo, si entiende que a su edad hay que estar más pendiente del aprendizaje que del éxito, entonces Colombia disfrutará de un excelente delantero por muchos años.