Después de más de 20 años de estudios y pruebas, gracias a la investigación, los nuevos avances y tecnologías, manejo del DNA e ingeniería genética, se tiene ya una nueva vacuna, contra el dengue (Qdenga). Esta, como todas las vacunas, tiene indicaciones precisas y restringidas, a medida que se utiliza. La primera evaluación, no muestra reacciones relevantes, secundarias ni de toxicidad. Se deben tener en cuenta que las reacciones alérgicas son posibles y, por eso se deben tener las medidas de manejo de este tipo de reacciones. La primera indicación esta en las zonas, como las nuestras en donde el dengue puede ser endémico, hiperendémico o en algunos casos epidémico.

La nueva una vacuna, es tetravalente, diseñada para obtener una respuesta inmune, o protección para los cuatro serotipos del virus del dengue, todos presentes en Colombia, con diferentes formas de presentación clínica, desde casos asintomáticos hasta un extremo de complicaciones, con manifestaciones graves, hemorragias, compromiso sistémico o general y otras complicaciones más raras como la falla respiratoria y/o hepática, o el compromiso del cerebro, con alteraciones como, las encefalitis o las hemorragias intracerebrales. Esta vacuna fabricada con la cubierta del serotipo 2 y, los antígenos de los otros tres virus, da una respuesta a los diferentes serotipos. Se administra por vía subcutánea inyectada (preferiblemente en la parte superior del brazo), está indicada para personas entre los 4 y 60 años, con estudios pendientes para otros grupos poblacionales, y prohibida para embarazadas. Se necesita aplicación de dos dosis, en un período de tiempo de tres meses, para estimular la respuesta inmune, de los cuatro serotipos consiguiendo que el organismo, haga reconocimiento del virus y desarrolle la respuesta protectora, que ayude a controlar su crecimiento.

Excepcionalmente, algunos individuos con características genéticas marcadas, no desarrollan una buena respuesta. Incluyéndose, también, pacientes con inmunodeficiencias, o recibiendo tratamientos que bloquen la respuesta de anticuerpos, como los corticoides u otros inmunosupresores.

No se deben suspender las medidas de protección personal, contra las picaduras de mosquitos después de la vacunación, la utilización de repelentes, ropa adecuada, destrucción de nichos de crecimiento de mosquitos y de protección de la vivienda en áreas endémicas.

Se deben consultar al médico, si se desarrolla fiebre, u otros signos, para lo cual se justifica al menos un cuadro hemático, “en nuestro medio no negárselo a ningún colombianito, decía un profesor. Así, como puede ser benigno, afortunadamente más frecuente, también puede ser grave. Las personas deben buscar atención médica si desarrollan síntomas de dengue o signos de advertencia de la enfermedad.

Se debe incluir la vacuna contra el dengue, en el Plan de vacunación nacional, en forma obligatoria, con la consiguiente recomendación médica previa. Muchas vidas pueden salvarse, si empezamos a utilizar la vacunación como una de las primeras herramientas contra el dengue, La demanda en zonas endémicas, debe impulsada como una medida de salud pública proporcionada por el gobierno. Agregándose, a las otras medidas sanitarias, entre las que tienen relevancia, lograr un buen cubrimiento de los depósitos de agua, o el cambio de aguas para impedir el crecimiento de las larvas, protección con toldillos e igualmente la eliminación de basuras y de zonas de acumulación de líquidos, aguas lluvias, etc.