En la vida de los deportistas pasa que hay quienes piensan en atesorar dinero y otros piensan en el dinero y la gloria. El dinero es totalmente material. La gloria espiritual y material.

Del dinero las necesidades materiales para la comodidad y de pronto la felicidad. Que esta no está garantizada con la plata. Hay gente adinerada que no es feliz y pobre que sí lo son.

La gloria es el placer del triunfo, de dejar en la historia de nuestras vidas hechos que se puedan contar a los hijos, nietos y seguidores de los equipos. Fotos, videos, grabaciones, libros, reseñas de los diarios y redes.

Poder mostrar a nuestros descendientes, por ejemplo, que el abuelo jugó en el Junior de Barranquilla y que fue campeón varias veces.

Sé, porque lo he vivido, que los niños le dirán, mostrando una vieja foto, abuelo ¿y este eres tú?

Nadie se sienta en familia para hablar de su vida y en lugar de las fotos saca fajos de billete para hacerle ver a los niños de la familia lo que hizo en su vida.

Una cosa es el dinero (importante, claro está) y otra la gloria que son los buenos recuerdos y títulos atesorados a través del ejercicio fútbol, en este caso.

Es la razón por la cual los deportistas súper millonarios aún lloran y muestran su dolor en las derrotas. Messi, LeBron, Cristiano, Nadal, que está de salida, y podría seguir la lista. La palabra derrota no está en su diccionario.

Tienen más dinero del que alguna vez soñaron, pero para ellos lo importante es ser ganador, los títulos, los premios, ser llamado el mejor.

Me he preguntado en qué andamos nosotros. Que interesa más, si el dinero o la gloria. Ambas, pensaría yo, o si con atesorar dinero basta, así después seas repudiado por el gran público porque no escribes una historia exitosa.

No hay, en el deporte, nada mejor que ganar, tanto que he escrito esto por el triunfo del Junior sobre Pereira que disfrutamos. La poca gente que fue al Metro se fue contenta. La hinchada va al estadio a ver un buen juego coronado por un triunfo. No va a ver bolsillos llenos de dinero…