1. Marketing político. La clave del éxito de una campaña electoral es el perfil del candidato(a), el apoyo de un buen equipo de trabajo y una estrategia de comunicación que logre vender el producto como si fuese una vaca púrpura. Según Seth Godin, este fenómeno consiste en ser diferente y extraordinario, que llame la atención entre todas las vacas pues las cosas aburridas y simples se vuelven invisibles.

2. Plan estratégico de comunicación política. No hay campaña sin comunicación. Un candidato(a) debe ser un líder mediático apoyado con buenos asesores en comunicación política, que diseñen un mensaje asertivo. El mensaje debe tener en cuenta el aspecto no verbal como el modo de caminar, el manejo de las manos y la expresión de sus ojos. De otro lado, el tono de su voz es impactante. Ahora bien, su discurso no puede ser cantinflesco, pero tampoco muy académico. La campaña debe ser lúdica, no un velorio. Hay que ponerle música al público, la que le gusta al pueblo donde se realice el evento. Y el buen humor conecta con el elector.

3. Los medios de comunicación y las redes sociales. Hay que diseñar una publicidad que integre los medios de comunicación tradicionales con las redes sociales para poder penetrar más fácilmente en la mente del elector. En efecto, se hace necesario el diseño de un plan de comunicación, pues los viejos leen prensa escrita, ven televisión y radio y asisten a la plaza pública, mientras que los jóvenes utilizan las redes sociales y actúan en ellas.

Facebook y Tik Tok son las redes sociales con mayor utilidad y eficacia en una campaña electoral. Además, tener la asesoría de expertos en análisis de datos y en Big Data es de suma importancia para conocer el comportamiento, gustos y preferencias del elector en determinadas regiones. La calle y el contacto personal con el pueblo es algo irremplazable. Por ejemplo, en Colombia, de 1.100 municipios, el candidato(a) debe visitar los 100 más importantes. Preparar el mensaje para cada uno de ellos, repartir abrazos, besos y recibir empujones del colectivo con su olor característico.

Por último: 1. Un candidato(a) pobre no vende. Las campañas son costosas. Pero, mucho dinero no garantiza el triunfo, 2) Un candidato muerto, tampoco vende. Debe generar emoción en sus discursos. 3) Tampoco un candidato mentiroso. El elector asiste a todos los eventos, come y bebe, y después vota por otro. 4) Cuídese de las noticias falsas y la manipulación mediática y 5) Tenga en cuenta los sesgos cognitivos al tomar una decisión de impacto.