El ambiente del fútbol siempre anda enrarecido debido a que en algunos equipos existe la sospecha generalizada de suponer, acusar, y declarar, casi a diario que los perjudican. Y encima acusan al rival de turno o al árbitro de sus males futuros.

Hay equipos que se quejan más que otros, parecen una caja de pollitos. Sufren del Síndrome de Quico, el personaje aquel del niño marinerito de las tiras cómicas de El Chavo que corría a poner queja a doña Florinda, la mamá.

Últimamente al Junior le achacan todos los intentos de sospecha: si aplazan un partido, si designan a un árbitro, si ponen un partido de día, o si lo ponen de noche, si cambia de horario o postergan un juego.

El mal momento que viven lo enmascaran con la queja. O los técnicos no se informan o los dueños de los equipos les cuentan a medias.

DIMAYOR está cuadrando calendarios de la Primera B tal como ya lo hizo con la Primera A. Por ello, ha consultado equipos de la A para confeccionar un calendario que permita a los de la B jugar en los mismos horarios para definiciones.

Fue la DIMAYOR la que propuso atrasar el juego Junior-Millonarios y no el Junior de Barranquilla. Le propuso jugar viernes por la noche en lugar de miércoles. Después de consultas de don Fuad, Farías y Báez se decidió jueves a las 4:40pm, así para el Junior no sea horario atractivo para temas de taquilla. Después, DIMAYOR corrió diez minutos más la iniciación del juego.

Ni hubo aquelarre en Halloween, ni se quemaron inciensos, ni se lanzaron conjuros magistrales para clavar a Millonarios. La propuesta fue salida de la propia administración de la DIMAYOR.

El partido no ha comenzado, no se conoce el nombre del árbitro, y el Metro aún está cerrado. No obstante, si aún existe la queja, hay dos vías para presentarla. DIMAYOR o un CAI, el que esté más cerca…