El mundo se mueve con base a las matemáticas. Los que suman y los que restan vienen a ser el principio y el fin de una ecuación, de un comportamiento de una comunidad para indicar un derrotero que vaya como la energía fluyendo en bien o en mal de un determinado objetivo.
¿Quiénes son los que restan? Que vienen a ser los mismos que dividen. Son aquellos en principio las personas tóxicas, las que envenenan el ambiente laboral o comunitario. Las que se viven quejando por todo, pero no aportan nada. Las que siempre buscan culpables en cualquier situación. Las que viven juzgando a todo. Las que buscan la división permanente en su barrio, en su comunidad y en los movimientos políticos.
Las que generan amargura y son los clásicos fracasados del pueblo, del departamento o del país, hasta de las familias. Estos personajes que restan, generan siempre la duda. Inculcan la cizaña. Expresan siempre opiniones negativas. Nada les huele, todo les hiede.
Son los clásicos envidiosos que viven pescando en río revuelto. Muchas veces en esas pescas, logran atraer incautos a sus redes. Practican a la perfección el silogismo, de dos mentiras generan una verdad.
Utilizan las redes sociales para difamar y con su doble moral, sus aseveraciones las dan por hecho. Gracias a ellos muchas veces, el desarrollo no llega a su comunidad por sus intereses mezquinos.
¿Quiénes suman? Son las personas asertivas en sus procederes. Son las personas proactivas en sus actuares. Son las que suman y multiplican con sus buenas ideas y sus buenos consejos para que a la familia, al vecino y a la comunidad en general les vaya bien sin recibir nada a cambio.
Los que suman son contrarios a los tóxicos. Son personas exitosas. Son personas laboriosas. Es la gente que construye país, que construye comunidad, que no destila odio y mucho menos resentimientos, son personas que no son acomplejadas, que buscan el bien general y no el particular.
Que se alegran por el bien ajeno, que disfrutan del triunfo del otro, que no buscan parapetos para escalar a costilla del otro, que no son aduladores y menos reactores.
He ahí la gran diferencia entre los que suman y multiplican y los que restan y dividen. En nuestros pueblos pareciera que los que restan y dividen fueran más que los que suman y multiplican. Es como la misma ecuación de que los malos fueran más que los buenos. Pero es que las carretas vacías producen más ruido que una llena.
En nuestra Guajira, los personajes que restan y dividen todo el mundo los conoce, pero ojo, hacen mucho daño y contribuyen a los inquisidores de marras para que nos estigmaticen a nivel nacional, porque ellos como carretas vacías hacen tanto ruido, que el Gobierno nacional toma nota de tantas premisas falsas que estos nefastos personajes le hacen tanto daño a su departamento que con tal de llevarse a fulano o a sutano por delante no les importa que La Guajira se retrase en sus proyecciones. ¿Usted es de los que suman o de los que restan?