El hombre acabó con el planeta tierra. Es el depredador más peligroso del mundo. Por eso el multimillonario Elon Musk, está organizando viajes a Marte buscando otro lugar del universo donde los humanos puedan hacer un nuevo nido. En nuestro país, un recorrido terrestre de Medellín a Planeta Rica, se comprueba la contaminación criminal con mercurio sobre los ríos y caños que alimentan al Cauca, y éste más tarde le cae al Magdalena, y en su largo recorrido termina en Bocas de Ceniza y entra al mar en Barranquilla. En otras regiones del país, el narcotráfico y la agricultura rudimentaria se devoran unas 300.000 hectáreas de selva al año, especialmente en los departamentos de Caquetá, Meta, Antioquia, Guaviare y Putumayo.
De ahí, que el cambio climático nos empieza a azotar sin piedad. Además, por efectos del consumo exagerado de combustible fósil (carbón y petróleo) y rellenos sanitarios sin ningún control, tenemos todo este desorden ambiental, que según el climatólogo peruano, José Antonio Marengo, se produce la escasez hídrica (racionamiento del agua en Bogotá), elevación del nivel del mar, tormentas y huracanes de todos los calibres, aumento de la temperatura mundial, desplazamiento de campesinos y pobreza.
Es decir, lo que el hombre toca, lo vuelve m… una cosa maluca. Es pertinente entonces mencionar aquí la sabía expresión del indio Toro Sentado: “Cuando el último árbol sea cortado, el último río sea envenenado, el último pez pescado, solo entonces, las personas se darán cuenta de que el dinero no se puede comer”. Así las cosas, vale la pena resaltar la importancia de la COP 16, que acaba de terminar en Cali, bajo la acertada dirección de la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el respaldo del alcalde de esa ciudad, lo cual es un puntal que sirve de lanza al Estado colombiano, teniendo en cuenta que sólo seis países en el mundo son los más ricos en biodiversidad, como Brasil, Ecuador, México, Perú, Venezuela y Colombia. En dicha cumbre se pasearon los mejores expertos en asuntos ambientales y hasta banqueros que ven un negocio muy rentable en este sector.
Por ejemplo, la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe), con el samario Sergio Díaz- Granados a la cabeza, mostró su importante chequera para financiar proyectos de inversión para la economía azul. Sin embargo, el asunto no es fácil pues los mayores países contaminantes del mundo son China, EE. UU, Unión Europea, India, Rusia y Japón, y poco van a hacer para cumplir el Acuerdo de París. ¡Y si gana Trump nos llevó el diablo!
@FcuelloDuarte