Por un tiempo, pensamos que, los humanos teníamos una capacidad intelectual por encima de los demás homínidos, o primates, caracterizados por la postura erguida y la locomoción bípeda. Con los años, es difícil sostener que algún día, ojalá, no muy lejano, nos podamos poner de acuerdo, para que, de una vez por todas, creciéramos y nos desarrolláramos en paz. Los últimos años, parecen llevarnos a una conclusión dolorosa, pero cierta, en la que la inteligencia parece separarnos cada vez más. Pareciera, que la inteligencia nos llevará a volvernos cada vez mas omnipotentes, poderosos y nunca visibilizáramos la oportunidad de ponernos de acuerdo.
El enfrentamiento, al que nos lleva la diferencia de ideologías, o lo que otros llaman, la polarización, en forma rápidamente progresiva, en vez de unir, a los seres inteligentes, que nos jactamos de ser, en otros tiempos llamados luchas, batallas, guerras, discusiones, polémicas, disgustos y al final, desenlaces, que alcanzan hasta la fatalidad. Después de comportamientos irracionales, que, llevados a la esfera cerebral, continúan sin explicaciones, aun con todos los adelantos científicos de nuestros tiempos. Ni con las interpretaciones sobrenaturales, milagros, religiones, conferencias, estudios, ni siquiera, con el desarrollo de la inteligencia artificial.
La ciencia en la que siempre hemos apoyado los grandes descubrimientos, ha sufrido una de las grandes transformaciones, siendo una de las formas mas cercanas a la verdad, en algunas profesiones, consideradas como exactas. Las matemáticas dicen que no fallan, pero todos sabemos, que al menos en Medicina dos y dos, no son siempre cuatro.
El pensamiento humano al ser tan diverso, cambiando con las edades géneros, razas, y en general por gran cantidad de circunstancias, regiones o estereotipos, cada vez parece no tener fin, en diversificarnos, en los enfoques, hacia la naturaleza, de los grandes problemas que vivimos.
El lenguaje, el sonido, las costumbres y, en general, una orientación ¨robótica¨ del pensamiento podría acercarnos, sin negar, que, en cualquier momento, caigamos en forma indiscriminada, todos en el error.
¿Qué medidas pudieran ser útiles para que nos pongamos de acuerdo? Algunos pensarán que la justicia, porque está escrita, pero esa misma justicia, no parece ser siempre lo conveniente. Las leyes, unos las cumplen y otros las violan. No siempre han dado resultado y los ordenamientos, no han sido, lo suficientes para ponernos de acuerdo, y algunas veces resultan injustos. El poder, por encima de todos, parece ser la solución, adquirido de cualquier forma, no se ve nada claro, para lograr lo que los humanos deberíamos buscar entre todos.
Ni teóricamente, ni de forma práctica hemos podido ponernos de acuerdo, por ejemplo, en el caso de los sistemas de salud, en donde nadie quiere ceder, lo que parece que les pertenece. Difícil situación, para quienes creímos, habernos preparado para, poder brindar la mejor forma, no solamente de atender las enfermedades, sino de prevenirlas, con el gran valor de apoyarnos todos, a conseguir una vida digna.
La necesidad de compartir ideas, discutirlas como personas civilizadas, algún día nos llevara a resolver muchos problemas, uno de ellos, tal vez, el más importante, la salud.