Me referiré a la cabecera municipal de Puerto Colombia y a sectores de Salgar y Sabanilla muy beneficiados por las últimas administraciones del Departamento, sin que se aprecien inversiones significativas del ente municipal sabiendo que Puerto Colombia recauda un impuesto predial muy abultado.
Con el interés de convertir al Atlántico en un destino turístico los últimos gobernadores coincidieron y con razón, que por sus playas, su cercanía con Barranquilla y la historia de su antiguo muelle, Puerto reúne las condiciones para convertirse en un destino turístico nacional de primera además del que ya mueve localmente y decidieron invertirle en infraestructura turística, lo cual consideramos acertado, pero lo que se aprecia es un tremendo desequilibrio en la inversión, ya que el gobierno municipal de Puerto Colombia no dedica sus abultados recursos para inversiones en obras complementarias indispensables con las que pudieran destacarse más y mejor las construidas por la gobernación.
Toda población turística requiere un confiable servicio de agua potable, por tal razón la Gobernación dotó a Puerto de un gran tanque de 3.000m3 de capacidad al que bautizaron “Cupino”, como su bahía. Se le diseñó y construyó una mega plaza como no la tiene ningún otro municipio del Atlántico, dotada de bellísimas esculturas que recuerdan a los miles de inmigrantes que arribaron por su muelle al país, muelle que para recordarlo le construyeron un tramo de 200 metros de largo. Ojalá en el gobierno comprendieran la tremenda importancia histórica de lo que aún se conserva del viejo muelle y lo restauraran.
La continuidad de los sucesivos gobernadores ha permitido que estas obras sean iniciadas por unos y finalizadas por otros, y así sucedió con “Muelle 1888″, sin exageración, la más bella construcción comercial y gastronómica del Caribe y las Antillas, y aún en construcción el “Mercado Sazón Atlántico”, diseñado para convertirse en vitrina de exposición de artistas, artesanos y gastronomía tradicional del Departamento. Se terminó el nuevo malecón con casetas playeras y Tecnoglass donó a Puerto Colombia su bello faro “Ventana de Sueños”. En las playas del Country la gobernación realizó una cuantiosa inversión para convertirlas en un balneario de primera.
Lo que no se comprende es por qué la gobernación no ha condicionado todas esas inversiones a que el municipio cumpla con significativos aportes en obras de infraestructura que son indispensables para resaltar a las primeras y para que se vea un equilibrio entre esas bellas obras y sus alrededores hoy en condiciones lamentables, sin parqueaderos, o tan deterioradas como la muy importante vía de Pradomar a la plaza. Ese desequilibrio afecta al turismo y a lo invertido por la Gobernación. Y eso no es justo.
@nicorenowitzky