Tremendo revuelo que se ha armado con una canción del género reguetón y tiene una lírica non sancta. Concretamente, hace alusión a temas que van del consumo de drogas y alcohol hasta la prostitución y la pedofilia, pasando por subvalores como la traición, el engaño. Se llama +57 y es interpretado por los reguetoneros y reguetoneras de mayor fama en el país.

Lo interesante es que +57 es el código de marcación internacional asignado a Colombia, necesario para realizar llamadas del exterior a nuestro país, por lo que la expectativa era grande, estaban unidos los mejores. Pero la esperada llamada no resultó como se pensaba, a cambio, el país quedó impactado ante una lírica que pregona como normal todo lo mencionado antes y otras condiciones o situaciones en las que se plantea la degradación de los valores de la sociedad a edades tempranas.

La escuché completa tratando de identificar las voces porque con el autotune todas se distorsionan. A medida que avanzaba la letra de la canción sentía que no estaba escuchando nada nuevo con respecto a lo anterior: la misma pobreza lingüística, la incapacidad para elaborar un verso que valga la pena, así sea pornográfico; el mismo doble sentido y hasta el sentido directo para referirse a la sexualidad en forma descarnada y cada vez más atrevida, con un mensaje que llega claro porque, además, lo acompaña un video explícito.

Para mí, lo importante de esta situación es que debe servir de campanazo de alerta ante todo lo que están viendo y escuchando nuestros hijos y nietos. Esto es apenas la punta del iceberg de un bloque enorme que emerge ante nuestras vidas sin que podamos contenerlo o ignorarlo: los medios y los aparatos electrónicos están educando a los menores en lo que nosotros no pudimos o no supimos.

Es preocupante la presencia de movimientos como el MAP (Movimiento de Apoyo a los Pedófilos),en algunos países con personería jurídica, bandera y hasta día del orgullo pedófilo. Es un movimiento que avanza con paso firme con el eufemismo “amor por los niños” y pretende la derogación de las leyes de edad de consentimiento y la eliminación de la pedofilia como parafilia por la OMS.

Se mueven a unos niveles desde los cuales basta una persona en un sitio estratégico para lanzar un decreto o unas declaraciones que tienen una trascendencia mayor que una marcha en contra de sus derechos.

La única forma de combatir el mal gusto en la música y la lírica desastrosas de hoy día, es educando al hijo en lo que considera cada padre que debe escuchar porque es mejor música y lírica que el reguetón en mención. También para hablar de sexualidad.

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