Barranquilla enfrenta un desafío importante con la tasa de desempleo, que se situó en 12,5% durante el trimestre de julio a septiembre, posicionándose como la sexta ciudad con mayor desocupación en Colombia, acompañada por ciudades como Sincelejo, Riohacha y Quibdó. Este panorama preocupa aún más al ubicarse con 2,1 puntos porcentuales por encima del promedio nacional, y constituye uno de los peores registros en al menos los últimos 18 años. Detrás de estas cifras está la destrucción de puestos de trabajo y un aumento de la población que busca empleo sin éxito.
La demanda laboral no ha crecido al ritmo de la fuerza de trabajo. Los sectores que tradicionalmente sostenían el empleo, como la industria manufacturera, el comercio y las actividades artísticas, han perdido participación, con una reducción total de 8 mil empleos. En el ámbito de las artes y el entretenimiento, la caída es notable: 19 mil ocupados menos. No obstante, el impacto pudo haber sido peor de no ser por el aporte de sectores como la construcción, impulsada por los nuevos subsidios de vivienda en los segmentos de interés social (VIS), y por el dinamismo en alojamiento, gracias a eventos, como ferias, congresos empresariales y los partidos de la selección. Así como un sector de transporte y actividades profesionales que han aumentado el número de ocupados, vinculados a una operación portuaria estable y un sector de servicios creciente.
Para revertir esta situación, es urgente implementar políticas activas de empleo enfocadas en la formación y capacitación profesional y técnica, con un enfoque en pertinencia, para alinear habilidades con las necesidades del mercado. Además, se debe promover el emprendimiento como alternativa de generación de ingresos y apoyar la creación de nuevos negocios. El acceso a servicios de orientación laboral es esencial para conectar a los buscadores de empleo con las oportunidades existentes.
A la par, las políticas de impulso económico deben priorizar sectores con alta capacidad de absorción de mano de obra. La combinación de una estrategia formativa, el fomento de la actividad empresarial y el fortalecimiento de sectores estratégicos permitirá mejorar la colocación laboral y reducir las preocupantes cifras de desocupación en la ciudad.
Barranquilla necesita soluciones concretas y coordinadas que activen su potencial productivo y permitan a sus habitantes encontrar el empleo que tanto buscan.
* Directora ejecutiva
Corporación Lonja de Propiedad Raíz de Barranquilla