Más tristemente que increíblemente, el pasado lunes 18 la elección del reemplazo del Magistrado de la Corte Constitucional Antonio Lizarazo estuvo apretada. Se trataba de una elección que podía definir el futuro del país, puesto que se iba de escoger a quién supondría factor de mayoría y que, de contar con un congreso coherente, se mantendrían las mayorías que hasta ahora han impedido los desvaríos petristas presentados ante la Corte.

Por ello se afirma que la elección del pasado lunes fue increíblemente apretada, un empate, cuando los congresistas decentes, los que no apoyan la destrucción del país son muchos más que quienes la pretenden. O deberían serlo.

Pero no. El gobierno está en lo suyo, y los congresistas de los partidos de gobierno, por supuesto apoyan, aunque no alcancen mayoría. Para alcanzar una mayoría en el Congreso, el petrismo debe atraer un grupo de mercenarios, es decir, aquellos de doctrina y convicciones opuestas que se les vendan y que, sin importar el tema que se vote ni las consecuencias del voto, apoyen al que los compró y, no importa tampoco si le dieron plata, puestos, o promesas, pueden contar con su voto.

La labor de compra, por supuesto, no es fácil. No se trata de comprar una camisa o unos zapatos, sino de comprar una traición. Se debe entonces escoger cuidadosamente a los potenciales traidores, para evitar señalamientos, y además incumplimientos. También los hay que no les importa dar boleta de su traición o de su deslizadera. En el Partido Conservador, por ejemplo, se sabe que Andrés Trujillo es un petrista furioso, al punto que hubo que destituirlo de una presidencia que nadie sabe cómo alcanzó, así son los petristas. Vota por lo que ordene Petro, así Fincho diga lo que quiera. El tipo es un cáncer intestinal difícil de extirpar para pasárselo al petrismo. Igual Miguel Ángel Barreto, su socio y cómplice. Son dos votos conservadores apoyando al petrismo.

El pasado lunes, además de los dos conservadores, se identificaron tres senadores de la “U”, y ocho (¡ocho!) liberales, o sea ¡trece traidores! Una gran capacidad de compra que mueve a pensar que el tiempo actúa contra el país. O sea, todo indica que perderemos.

Coletilla: Cuando esto se escribe, no se conoce el resultado de la elección del nuevo Magistrado. No importa si perdimos, ¡Hay que manifestarse más duro en la marcha antipetrista del sábado 23! ¡Hay que protestar por la valorización petrista! Hay que pedir apoyo a Trump, a Rubio, a Milei, Bukele, para paralizar al país. Porque lo de Venezuela no se repetirá aquí.

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