La conocida presencia del Caracol gigante africano en algunos sitios de Barranquilla, deja clara la necesidad, de cumplir con las recomendaciones que han dado organismos oficiales del medio ambiente, como la Corporación Autónoma Regional del Atlántico, y la del Distrito. Las lluvias que promueven la salida de esta especie de molusco, permiten observarlo en parques y zonas con vegetación de la cual se alimenta. Su presencia debe ser en forma inmediata informada a estas autoridades para que se tomen las medidas del caso.

En declaraciones a EL HERALDO, hace unos años la profesora de Biología de la Universidad del Atlántico Adriana Gracia, experta en caracoles, refirió que esta especie se reconoce con el nombre científico de Achatina fulica y es procedente del África. Es reconocido por su gran tamaño de 10 cms de largo, en promedio, pero puede alcanzar los 20 cms, en la etapa adulta. Como depredador puede alterar los ecosistemas y desplazar especies nativas siendo muy resistente por su cubierta o caparazón, no existiendo forma natural que lo elimine.

El caracol africano está reconocido, entre las especies exóticas invasoras, más dañinas en el mundo. Aunque el Ministerio de Ambiente, emitió la resolución 0848 del 23 de mayo de 2008, posteriormente actualizada en la resolución 654 de 2011, incluyendo las recomendaciones para prevenir, tratar y manejar el molusco invasor, estas no se han cumplido. Al alimentarse con restos orgánicos, en descomposición o animales muertos, como ratas, de los que adquiere, parásitos, bacterias, y otros micro-organismos, tienen la posibilidad de trasmitir e infectar a otros animales y seres humanos. Es importante, proteger a los niños y perros del contacto con estos caracoles y mantener campañas permanentes para su rápida y efectiva eliminación, ya que, pueden servir de trasmisores de meningo encefalitis, enfermedad grave del sistema nervioso central, Ileocolitis, Angiostrongilosis abdominal, causada por el parásito Angiostrongylus costaricensis y otras enfermedades.

Además de los riesgos para la salud el Caracol africano puede desplazar especies nativas y ocasionar graves daños irreparables a nuestros ecosistemas, debido a su sobrevivencia en diferentes climas, generando destrucción de cultivos con grandes pérdidas económicas.

Para el manejo del Caracol gigante africano, se resumen, las recomendaciones más importantes:

1- No tocar los caracoles y evitar el contacto con la baba, especialmente en ojos, nariz y boca. Si lo toca, lavar inmediatamente.

2- No consumir, ni manipular productos de caracoles que no están autorizados por las autoridades competentes, verificando la procedencia de estos.

3- No utilizarlo como carnada, mascota o adorno.

5- Eliminar de los jardines restos de madera, tejas y ladrillos o elementos que puedan ser utilizados como refugio por el caracol.

6- En caso de ser necesario, tomar los caracoles con guantes impermeables, tapabocas y colocarlos en una bolsa, meterlos en agua con el agregado de sal común y enterrarlos. Los guantes utilizados deben ser desechados.

Si identifica los ejemplares de este tipo de caracol, reporta a la Patrulla Ambiental de reacción inmediata 24/7, a través de la línea 3173682850 para que se tomen las medidas necesarias.