El pan y la música son necesidades del ser humano. Sin música no hay felicidad. En la Biblia se menciona la música como una actividad de vital importancia para comunicar los Salmos. Para Aristóteles la música es una parte fundamental de la educación de los ciudadanos pues provoca o modera las pasiones e incide en la moral. Hay música para todo momento.

1.Música para pensar y estudiar. Es el efecto Mozart. Según los entendidos en la materia, escuchar a Mozart o la música clásica en general aumenta la inteligencia y otras capacidades cognitivas, especialmente durante el desarrollo temprano del niño. Por eso, criar a un bebé oyendo rancheras o reguetón, a los 15 años está haciendo cola en la Fiscalía, en un hospital psiquiátrico o vendiendo el voto.

2.Música para bailar. Hay de todos los ritmos. Desde la champeta, el vallenato, tango, rock, cumbia, porros, gaitas, música tropical, merengue, entre otros. El ser humano necesita de algún ingrediente espiritual para mejorar su estado de ánimo.

3.Música para matar. Hay varios géneros musicales que contienen estos elementos de violencia. Por ejemplo, algunas rancheras. La Martina, de Antonio Aguilar, ilustra esta afirmación. Es como el himno del feminicidio. Igualmente, algunas canciones de música carrilera, como la Chuchilla de las Hermanas Calle.

4.Música para robar o atracar. La música de navidad que normalmente se difunde en el mes de diciembre produce cierta nostalgia que incide en el estado de ánimo de las personas especialmente del pobre. Sin embargo, se vuelve peligrosa cuando un importante medio de comunicación radial difunde este mensaje: “desde septiembre, la música de diciembre”. Esto llega al oído del joven delincuente que prepara las herramientas para atracar y poder estrenar la pinta de fin de año.

5.Música para embrutecerse. El reguetón, con pocas excepciones. Su letra no dice nada bueno, no enseña, no transfiere valores. Según Fernando Ramos, de la Universidad de Lima (Perú), el reguetón, a través de sus letras promueve la cosificación de la mujer y la masculinidad tóxica. Utiliza un lenguaje violento y sugerente. Acabó con el merengue dominicano y quiere socavar la salsa y el vallenato.

Pero, ya le salió el diablo. Se trata de La Carranga, un género musical de la región andina de los años 70 con el maestro Veloza a la cabeza, y hoy difundida ampliamente por los Dotores de la Carranga, Las reinas de la carranga, Carranga Kids y el grupo Heredero, con su famosa canción Coqueta, cuya melodía está entrando suavecito en la audiencia nacional.