Como cada año en Estados Unidos, el Día de Acción de Gracias es mucho más que un banquete o una tradición. Es un momento para detenernos y honrar lo que realmente importa: la vida misma. Este día nos invita a pausar, reflexionar y, sobre todo, agradecer. ¿Cuántas veces nos detenemos a dar gracias por lo más esencial de todo, aquello que damos por sentado? Nuestra propia existencia.

Vivir es un regalo extraordinario, un milagro que muchas veces olvidamos valorar. La respiración que nos mantiene aquí, el latido constante del corazón, las conexiones humanas que nos sostienen, los aprendizajes que moldean nuestro carácter, y los instantes de felicidad que nos nutren en el camino. Cada uno de estos elementos es un motivo de gratitud.

Aunque es una fecha nacida bajo un contexto político-social, la misma ha evolucionado en su significado, lo que nos lleva a celebrar y agradecer no solamente por lo bueno, sino también por lo que nos ha retado, porque en los desafíos encontramos crecimiento. Agradecemos las caídas, porque nos enseñan a levantarnos. Agradecemos las pérdidas, porque nos muestran lo que realmente importa. Y agradecemos las dudas, porque nos empujan a buscar respuestas más profundas.

Celebremos la vida como el viaje único y maravilloso que es. A menudo, estamos tan enfocados en lo que falta, en lo que queremos alcanzar, que olvidamos todo lo que ya tenemos. Pero en cada paso de este camino, en cada respiro, existe un motivo para sentirnos agradecidos. Desde la luz de un amanecer hasta una sonrisa inesperada, la vida nos ofrece razones para celebrar a diario.

El Día de Acción de Gracias, hagamos algo más que compartir una mesa. Compartamos nuestra presencia y nuestra gratitud. Miremos a quienes nos rodean y expresemos lo que sentimos. Agradezcamos el privilegio de estar aquí, de aprender, de crecer y de amar.

Ser agradecido no es solo un reflejo de lo que hemos recibido, sino una declaración poderosa de que estamos listos para recibir y valorar lo que está por venir. Es nuestra manera de decir: “Estoy aquí, dispuesto a abrazar todo lo que la vida me ofrezca.”

Mañana, demos gracias por la vida. Porque en cada instante, sin importar cuán sencillo o complicado parezca, hay una chispa de magia esperando ser reconocida y celebrada.

¡Feliz Día de Acción de Gracias!