Dejan un cargo para llegar a otro con más poder, los escándalos y las especulaciones son el orden del día. ¿Cuál es la relación que une a Armando Benedetti, Laura Sarabia y Gustavo Petro?

¿Ese triángulo es de poder, de amistad o de negocios?

El comportamiento de Armando Benedetti, tanto en lo personal como en el desempeño de sus funciones, ha sido cuestionado. Para Benedetti no hay reglas, no hay ley, no hay respeto. ¿Existe un secreto o un vínculo de gran poder que lo convierte en un protegido del presidente? ¿Adquirido de qué forma?

Cualquier embajador que abandonara su cargo sin el protocolo y la ritualidad de permiso habría sido destituido e inhabilitado en gobiernos anteriores. Sin ahondar en lo personal, cualquier funcionario involucrado en un escándalo de violencia intrafamiliar y maltrato a una mujer debe ser sometido a las máximas sanciones y sobre él debe recaer todo el peso de la justicia.

En el gobierno del cambio, los escándalos de acoso sexual y violencia de género han estado al orden del día, pero no pasa nada. Pareciera que la violencia de género y las intimidaciones estuvieran amparadas por una patente de inmunidad en las entrañas del petrismo.

¿Cuáles son los secretos que guarda Armando Benedetti? ¿Cuál es el secreto que guarda Laura Sarabia?

¿Por qué Gustavo Petro los protege? ¿Por qué pasan de un cargo a otro con más poder?

Es increíble que un presidente de la república, elegido por la mayoría de los colombianos, tenga oscuros misterios y “rabo de paja”, que tenga que acceder a las pretensiones de personajes públicamente reconocidos por sus actos y abusos de poder.

¿No es Colombia una potencia mundial de la vida?

¿Puede estar un adicto o ex adicto ocupando un cargo de embajador, saltando de una embajada a otra, o como Laura Sarabia, de un puesto a otro? ¿Qué pasa con las investigaciones disciplinarias? ¿Por qué no avanzan? Estamos hablando del círculo más cercano al presidente de la república.

Ni qué decir de la decisión del Reino Unido de implementar de nuevo el control migratorio a los colombianos, exigiendo la visa, requisito que había sido omitido. ¿Qué hace el embajador Roy Barreras? Está más ocupado con los asuntos internos del país, que en atender los asuntos propios de su cargo como embajador.

Colombia, tierra querida, ¿en manos de quién estamos?

Por mandato constitucional, el artículo cuarto nos impone el respeto a nuestras autoridades, pero las autoridades no respetan la ley ni la constitución que juraron respetar al momento de tomar posesión de sus cargos.

No existe crimen perfecto cuando hay más de uno involucrado, y el amor puede ser ciego, pero los vecinos no. Algo malo pasó, algo peor está pasando y pronto saldrá a la luz. Para el presidente, estar rodeado de personas generadoras de problemas y escándalos es un gran problema; para los colombianos, es una desgracia.