La economía creció un 2,0% en el tercer trimestre de 2024, reportando 8 de los 12 macrosectores creciendo frente al mismo trimestre del año anterior. Una cifra moderada que refleja luces y sombras en distintos sectores. Al analizar los contrastes que marcaron este período, desde los logros hasta los desafíos pendientes se puede mencionar que:
Desde lo bueno, el sector agropecuario fue el motor del crecimiento con un impresionante 10,7%, impulsado por una producción robusta de cultivos y productos pecuarios. A esto se suma el crecimiento del 14,1% en las actividades artísticas y de entretenimiento, un sector que sigue consolidándose gracias al auge de los juegos de azar en línea.
Lo malo en medio de todo fue principalmente que la minería y la industria manufacturera continúan rezagadas. La caída del 7,1% en explotación de minas y canteras y el sexto trimestre consecutivo de contracción en manufactura son un llamado de atención. Problemas como bloqueos, huelgas y fallos técnicos subrayan la necesidad de medidas estructurales para reactivar estos sectores estratégicos.
Ahora bien, la parte fea, fue que el sector público mostró un menor dinamismo, reflejado en un gasto más prudente debido a los ajustes fiscales. Y aunque la construcción creció un 4,1%, el retroceso en edificaciones evidencia un mercado débil que aún no recupera su fortaleza, en consideración a que este crecimiento fue jalonado en mejor medida por la dinámica de las obras civiles, como los ferrocarriles.
Desde lo lindo, la formación bruta de capital creció un 22,7%, el mejor registro en años, impulsado por la inversión en infraestructura vial. Además, la inflación en descenso y la recuperación del consumo privado son señales alentadoras que fortalecen la confianza de los hogares y abren la puerta a una política monetaria más flexible.
El balance del tercer trimestre refleja una economía que avanza, pero no sin dificultades. Los sectores agropecuario y de entretenimiento son ejemplos de resiliencia, mientras que minería y manufactura urgen atención. Para consolidar la recuperación, Colombia necesita aprovechar sus fortalezas e impulsar políticas que fomenten la inversión y la productividad en sectores estratégicos.
Los expertos proyectan un cierre positivo pero moderado de crecimiento que podría ubicarse alrededor del 1,8% que nos instalaría considerablemente por encima de lo que fue el desempeño del año 2023.
* Directora ejecutiva Corporación Lonja de Propiedad Raíz de Barranquilla