Cuán paradójica es, a veces, la realidad: que la familia, espacio vital que se considera como célula de la sociedad y que, históricamente, se ha definido como seguro, educador, proveedor de valores, que alimenta y cría, donde se asegura la continuidad de la humanidad y en donde deben prevalecer el amor, la defensa y la atención de sus miembros, represente un grave riesgo para madres e hijas, en especial, aquellas que padecen violencia de pareja o intrafamiliar.
De la trágica cifra de 85.000 mujeres y niñas asesinadas intencionadamente en 2023, en el ámbito doméstico, en el mundo, lastimosamente el 60 % de dichos casos fueron violentadas por sus parejas u otros miembros cercanos de la familia. Con base en este reporte, correspondiente al informe Femicidios de 2023, de ONU Mujeres y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), se calcula que 140 mujeres y niñas mueren cada día a manos de su pareja o de un familiar cercano, o sea, una mujer asesinada cada 10 minutos.
Según datos de la CEPAL, un total de 3897 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 27 países del continente americano en 2023. Además, aporta un dato sumamente preocupante y es que se estima que entre el 63 % y el 76 % de las mujeres han experimentado algún tipo de violencia por razón de género en algún ámbito de su vida e, igualmente, de acuerdo con la OMS, una de cada cuatro en la región ha experimentado violencia física y/o sexual por parte de su pareja al menos una vez.
Particularmente, el informe registra que en Colombia fueron asesinadas 531 mujeres por su pareja o expareja, en el periodo entre 2014 y 2017, según Medicina Legal. Muy grave es que el 35,4 % de esas víctimas tenía un historial previo de violencia de pareja, es decir, que las autoridades conocían su dolorosa situación. Fechas como el 25 de noviembre, cuando se conmemora el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer o el Día de la Mujer, el 8 de marzo, son pertinentes para dilucidar las condiciones de las mujeres en el mundo; sin embargo, por la gravedad de los hechos de violencia que adolecen, incluso en diciembre, este mes de amor y fiesta familiar, debemos hablar y actuar sobre este doloroso tema y, ojalá, transcurriera libre de violencia contra la mujer. Es necesario insistir en la prevención y la protección en el seno familiar, al igual que llamar a la reflexión social y, por supuesto, a que se haga justicia a las víctimas de estos execrables crímenes.
@Rector_Unisimon