¿¡Sabía usted que Dinamarca y Canadá tienen frontera!? Santiago Pando Dávila, Gurabo, PR

No solo tienen frontera, sino que esa frontera, increíblemente, es terrestre. Veamos: la Guerra del Whisky fue un conflicto infantil y cómico que hasta 2022 mantuvieron Dinamarca y Canadá en torno a la isla de Hans, minúscula y desierta, que permanece congelada casi todo el año, mide 1,5 km de largo y 1,3 de ancho y está localizada en el llamado canal de Nares, en el extremo nororiental de Canadá y el extremo noroccidental de Groenlandia, un Estado libre perteneciente a la comunidad del reino de Dinamarca. La disputa por la isla, que solo interesa para efectos geopolíticos, comenzó en 1974, y se avivó en 1984 cuando Dinamarca envió hasta allá a funcionarios groenlandeses, que plantaron una bandera danesa en el sitio y erigieron una columna de piedra con un nicho, donde dejaron una botella de snaps, aguardiente de alta graduación (en otros países germánicos es schnapps), como quien dice: “Bienvenidos a Dinamarca y brindemos”. Tiempo después, Canadá, apercibida de la acción, hizo lo mismo, pues arrió la bandera, la dobló con respeto, izó la suya y dejó una botella de whisky canadiense. En el curso de los años estas dos acciones, como en un juego de niños, se repitieron una y otra vez, hasta cuando los dos países, amigos y socios de la Otán, que ya habían tomado el asunto con desenfado, saldaron en 2022 la cuestión, pues acordaron dividir la isla entre los dos.

Un amigo, a quien hace tiempo no veía, conversó con mi hijo de 14 años, que es inteligente, y me dijo: “Tu hijo es un bolo”… JICN, B/quilla

La palabra ‘bolo’, que ha caído en desuso, en su empleo popular, como en este caso, clasifica en el grupo de las que tienen dos significados opuestos, de lo cual hay suficientes muestras en español. Por ejemplo, sancionar (aprobar algo o castigar a alguien: “El Presidente sancionó la ley” - “El alumno fue sancionado”), perla (error en un escrito o lo mejor en su género), alquilar (arrendar algo o recibirlo en arriendo), prestar (dar un préstamo o tomarlo)… Esto es muestra de lo que puede hacer la masa hablante con la lengua, a la que trastoca constantemente como si fuera maleable o, dicho coloquialmente, a la que estira y encoge. En la Costa, ‘bolo’ es la cabeza, y, por asociación, alguien muy inteligente. Sin embargo, la Academia dice lo contrario, pues afirma que se trata de un “individuo ignorante o de escasa habilidad”, y, yendo más allá, el Diccionario de americanismos afirma que es “persona aturdida o atontada, torpe, de escasa inteligencia”.

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