Los medios de comunicación han dado cuenta sobre la Incautación de más de mil botellas de licor adulterado de deferentes marcas en Barranquilla, así como materiales utilizados para su dosificación y empaque.

Esta es una actividad delictiva frecuente en esta época, de difícil prevención y control, lo cual trae graves riesgos para la salud, que además de dañarle la fiesta les puede causar graves secuelas, como dejar ciega a una persona por el resto de su vida o la muerte.

En la información habla la procedencia de los barrios de la ciudad en donde se hallaron las fábricas clandestinas de licor adulterado. Es una situación muy preocupante, pues asusta y aterra pensar que el licor ‘chimbeado’ esté en los armarios de las tiendas de los municipios del Atlántico y de los barrios de la ciudad, y este es uno de los peores delitos, ya que se convierten en sustancias nocivas que atentan contra la salud y la vida de las personas. Con el fin de prevenir y evitar en lo posible todas estas desagradables consecuencias, insistimos en las recomendaciones que la Secretaría de Salud –tanto Departamental como Distrital– a través de los medios de comunicación (presa, radio y televisión) han venido realizando.

Las autoridades señalan que el control de este negocio ilícito es muy complicado debido a que cada vez las organizaciones criminales que viven de la venta del “ron chimbo” se las ingenian para no ser detectadas y utilizan como en estos casos, procesos sofisticados que simulan casi a la perfección una botella que pasarían desapercibidas debido a que su apariencia es muy similar a las legales y recomiendan revisar las etiquetas, estampillas, al capuchón de seguridad, el envase y a las características de seguridad que traigan los elementos que componen la parte física. Pero “Para una persona es complicado identificar el licor ilegal”, es difícil que un consumidor se dé cuenta de que la botella fue manipulada, porque además de la falsificación de etiquetas, estampillas, el código QR, los delincuentes buscan botellas originales vacías para reutilizarlas. Por ello, la primera y más importante prevención que se debe tener es con la compra del licor, ya que debemos adquirirlo en establecimientos conocidos y confiables. Además, hasta donde sea posible que tenga su respectivo registro sanitario del Invima, con factura que tienen registro de la DIAN, ya que los licores que se venden sin este tipo de controles son un riesgo potencial para ser adulterados. Sospeche del licor que tenga un costo mucho menor que el usual en el mercado, puede estar adulterado y es el riesgo de ir por lo más barato que luego tendrá consecuencias muy costosas.

Agustin Guerrero Salcedo