El 2024 fue un año definitivo para el estado de las democracias a nivel global, siendo el año con el mayor número de elecciones en la historia. Alrededor de dos mil millones de personas votaron este año. Si se considera la democracia como la posibilidad de elegir de los ciudadanos, este ha sido un año positivo en materia de participación. Sin embargo, al analizar otros aspectos, como la estabilidad de las instituciones, el fortalecimiento de discursos populistas o el acceso equitativo al poder, el panorama no parece ser tan alentador. Más allá de la democracia procedimental, merece la pena valorar el estado de las democracias desde el punto de vista sustancial.

En los países de la Unión Europea—y en su Parlamento—la ultraderecha ganó terreno este año. En Francia, el partido de Marine Le Pen, Agrupación Nacional, obtuvo la mayor votación para el Parlamento Europeo. Aunque posteriormente no logró las mayorías en la Asamblea Nacional francesa en la segunda vuelta, estuvo muy cerca de conseguirlo. En Alemania, el partido populista de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo la segunda mayor votación al Parlamento Europeo, un resultado alarmante debido al terreno electoral que han ganado en comparación con elecciones pasadas.

En las Américas, los resultados tampoco son alentadores. En Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro pretendió manipular unas elecciones en las que, claramente y con ventaja, el ganador fue Edmundo González. Este hecho representa uno de los mayores golpes al pueblo venezolano y a la posibilidad de buscar un espacio para el restablecimiento de la democracia en el país vecino. En El Salvador, Nayib Bukele fue reelegido con casi un 85% de los votos, y su partido político, Nuevas Ideas, obtuvo una victoria significativa en las elecciones de la Asamblea Legislativa. A pesar de que la Constitución de El Salvador no permitía la reelección presidencial por dos períodos consecutivos, la Corte Suprema, dominada por el partido de Bukele, emitió una interpretación que avaló dicha reelección. En México, Claudia Sheinbaum, sucesora de Andrés Manuel López Obrador y perteneciente al partido Morena, ganó la presidencia, un resultado ampliamente relacionado con las políticas populistas en el país. Finalmente, la elección presidencial de Estados Unidos, en la que resultó ganador Donald J. Trump, tiene al mundo expectante sobre el futuro de este país y del orden global bajo las posturas de un gobierno enfocado en la supremacía nacional y el aislacionismo.

Las democracias plenas, caracterizadas por libertades y ausencia de riesgos de regímenes autoritarios, están en peligro a nivel global, al igual que los consensos internacionales sobre el respeto y la garantía de los derechos humanos como parte esencial de las democracias modernas. Aunque muchos dan por sentado la existencia de las democracias, se avecinan años en los que la humanidad tendrá que defender este sistema político con mayor esfuerzo y determinación.

@tatidangond