La cantidad de mentiras, basadas en errores, especulaciones, o malas intenciones han sido una de las causas más importantes en el buen desarrollo y la buena calidad de vida de la humanidad. Todos decimos mentiras, que hasta muchas veces nos las creemos nosotros mismos por múltiples razones. Las conveniencias, la favorabilidad y sobre todo en forma subjetiva, sin pensar en los demás. En salud las mentiras que muchas veces terminan, en secuelas graves o en la muerte cambiando las verdaderas interpretaciones, dañan todas las interpretaciones, muchas veces provenientes de la radio, la televisión, las revistas, periódicos, que sin, o con mala intención las producen.

Mentiras frecuentes:

¿Cómo va el país? Bien. ¿Cómo está la salud de los colombianos? Bien. ¿Cómo está la organización del sistema de salud? Bien. ¿Son los que manejan la salud idóneos, responsables, honestos, humanitarios, sensibles a los problemas sociales? Si. ¿Está el gobierno haciendo lo que el pueblo quiere? Si. ¿Han participado los que son, en la propuesta de reformar la salud? Si. ¿Tenemos suficiente personal sanitario entrenado? Si. ¿Cumple la salud en Colombia, con los principios de la ética y del manejo de personal preparado? ¿Está el personal sanitario recibiendo un pago por su trabajo profesional, responsabilidades, disponibilidad y preparación? Si. ¿Hay disponibilidad suficiente de medicamentos esenciales? Si. ¿Se controla el uso y la publicidad de medicamentos? Si. …..

Las mentiras son interminables, si estas no fueran para la salud, no harían tanto daño, pero, serían interminables los cuestionamientos y mentirosas las respuestas que se dan a una responsabilidad tan alta como lo es la salud, desde el derecho a la vida, la salud es lo que más añoramos todos. Las respuesta tiene que ser ciertas y, con todo el respeto que me merecen desde el Presidente de la República hasta los demás funcionarios, junto con los empresarios, líderes, políticos, y demás parte del régimen, nos han mantenido en un mar de mentiras que tienen que cambiar. Si no lo hacemos, no tendremos soluciones y viviremos todo el tiempo discutiendo sobre bases equivocadas. Solamente la reflexión y los sentimientos de solidaridad, colaboración y entendimiento, nos llevarán, a contestarlas cada vez más, seriamente, dejando las pretensiones personalistas y ruines. Respetando los principios éticos y científicos, al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. No solo el gobierno, tiene que reflexionar y marcar la verdad que, sabemos, no existiendo durante largos años de violencia perpetua en la que todavía vivimos, las gentes, el pueblo y en general todo el mundo debe buscar la verdad. Es una orientación sana, que nos puede llevar a caminos más correctos. Corregir es más difícil que mentir, pero es más beneficioso, enderezar lo que permanece nos lleva a victorias pírricas y momentáneas.

Colombia, tiene muchas personas que se han preparado para resolver los problemas de salud, tenemos todo, para vivir y resolverlos con fuerza y arrojo. La salud, no se puede atender sin la participación de quienes la ejercemos día a día, y quienes la sufren y nos necesitan, sin engaños ni mentiras. Cambiemos, para el próximo año, trabajemos, con base en la verdad y no nos arrepentiremos de tantos errores.

@indadangond