Esta es una expresión o vocablo con el cual se quiere significar el hecho de que no es posible revertir o resarcir el daño infligido, ya sea por acción u omisión, aunque el responsable del desaguisado se arrepienta. Dicho de otra manera, el daño está hecho y apelación a los infiernos!
Este es el caso que tiene como protagonista a la Ministra de Ambiente y Desarrollo sostenible Susana Muhamad. Veamos la secuencia de los hechos. El 18 de mayo de 2022 el entonces presidente de Ecopetrol Felipe Bayón anunció la firma de un acuerdo con la petrolera Anadarko, con la cual se había avanzado en la exploración conjunta costa afuera en cuatro bloques en el Caribe colombiano.
Se destaca en esta nueva cuenca sedimentaria, en el Bloque COL – 1 el yacimiento denominado Komodo – 1, el cual, según los análisis geológicos podría llegar a representar una reserva de hidrocarburo (petróleo y gas) más significativa que Sirius, lo que convierte este descubrimiento en el más gigantesco de todos, en uno de gran potencial para Colombia, estimado en 20 TPC. En su localización confluyen las capitanías de puerto de Barranquilla, Santa Marta y Riohacha.
Y ello le viene bien al país, en momentos en los que el gas escasea y empezamos a importarlo. Refiriéndose a Sirius, el presidente de la República Gustavo Petro manifestó que él sabe que “genera emoción recibir noticias sobre hallazgos históricos de reservas de gas u otro recurso energético, puede parecer como una gran noticia, descubrir gas o descubrir un gran embalse de petróleo, pero eso no alegra a la humanidad, la asusta”.
Asustados están ahora los usuarios y consumidores en el país de saber que, como lo afirmó la Presidenta de Naturgas Luz Stella Murgas, “en Colombia el gas barato se acabó”, refiriéndose a que el gas importado es mucho más costoso. Se cumple, una vez más, el aserto de que el energético más caro es aquel del cual no se dispone justo cuando se requiere. Tienen, entonces, ellos para alegrarse por este nuevo hallazgo y para parecerles una gran noticia.
En momentos en los que Ecopetrol y Anadarko se aprestaban y estaban en la fase de alistamiento para la perforación del pozo, para lo cual se había contratado una plataforma flotante equipada con sofisticados equipos para acometer su tarea, fueron sorprendidas por la notificación de parte de la ANLA , por orden expresa de la Ministra de la suspensión de la licencia ambiental para operarlo.
Ahora, tardíamente, al cabo de las quinientas, es cuando la Ministra Muhamad, la misma que le prestó oídos sordos a los requerimientos de Ecopetrol y de la Procuraduría, se dignó hacer el anuncio de que “tras una rigurosa evaluación se consideró ambientalmente viable el desarrollo del proyecto Komodo”. Ya para qué, cuando Ecopetrol manifestó en septiembre pasado que “se ha visto en la necesidad de cancelar la ejecución del proyecto en la vigencia 2024/2025″.
Ya es tarde, el daño ya está hecho, todo está consumado. Con esta desafortunada decisión se cerró esta ventana de oportunidad para recobrar, más pronto que tarde, en los próximo años la seguridad y la soberanía perdidas, poniendo en riesgo además la Transición energética justa que tanto pregona el Gobierno. La torpeza y la obsesión de marchitar los hidrocarburos prematuramente le están haciendo mucho daño al país!