El pasado 13 de enero tuvimos la lamentable noticia del fallecimiento de un niño de 6 años, en el barrio Rebolo de la ciudad de barranquilla. La información del fatal incidente registra que, “el producto había sido regalado por un vecino y envasado en una botella de gaseosa y dejado en la cocina de la residencia, del cual el niño bebió, presentando vómitos, conducido inicialmente a un centro de primer nivel, luego fue trasladado a un nivel de mayor complejidad en donde evolucionó al estado crítico y horas más tarde murió”
Este triste episodio desde hace muchos años se hace repetitivo y observamos, con preocupación, que hoy persisten hechos y circunstancias individuales en la ocurrencia de estos accidentes. Muchas veces se deben a un mínimo descuido en la vigilancia de los pequeños, o que se guardan estos productos fuera de su recipiente original, o incluso en envases que llaman la atención de los niños por sus llamativos colores y olores y por supuesto el binomio, curiosidad innata y escasa o nula percepción del riesgo, son los factores que pueden derivar en una intoxicación infantil.
El químico señalado está entre los productos de la limpieza, del grupo de los cáusticos y corrosivos (ácidos y/o álcalis fuertes), que son sustancias que producen quemadura en el tejido con el cual se ponen en contacto, y se les denomina “quemaduras químicas”, quema y destruye los tejidos orgánicos. Estos productos se pueden presentar tanto en forma sólida como líquida, siendo esta última la más peligrosa como el presente, ya que no se adhieren a la mucosa, y son consumidos más fácilmente, pudiendo dañar desde la cavidad bucal, hasta esófago y estómago.
Entre los productos más comunes de uso doméstico que contienen cáusticos están ácidos como: muriático, sulfúrico, y Álcalis como Hidróxido de sodio (soda cáustica), etc., usados como limpias sanitarios, destapa cañerías, desengrasantes de cocina, entre otros.
Entre los síntomas que se presenta pos-ingesta, podemos señalar: lo más característico es la dificultad o imposibilidad para tragar asociada a salivación, babeo continuo, dolor de garganta al tragar. Puede afectarse la mucosa bucal e hincharse, dolor en labios, lengua y paladar. Puede afectar la vía aérea superior y producir episodios de tos, disfonía, respiración dificultosa y ruidosa. La aparición de dolor en el pecho o abdominal, vómitos con sangre, son indicadores de gravedad o de perforación.
En la mayoría de los casos, las familias realizan por desconocimiento, medidas contraindicadas que pueden agravar estas lesiones. Por eso es importante conocer cuáles son los primeros auxilios que se deben realizar: NO se debe provocar el vómito, No ofrecer agua, leche ni otros agentes neutralizantes, ni medicamentos. Lo que se debe hacer en casa es llevar de inmediato al niño a un centro hospitalario para consulta y evaluación.
Para este tipo de productos de limpieza del hogar, no hay antídotos, el mejor tratamiento es su prevención. Guardarlos bajo llave, en sus recipientes originales, y nunca en botellas de agua, gaseosas o de refrescos, frascos vacíos o vasos.
Agustín Guerrero Salcedo