El veto a Tik Tok en Estados Unidos es más que un golpe a las redes sociales. No podemos ignorar que, detrás de esta pantalla, hay dos potencias mundiales que pueden estar usando esta coyuntura para mandar mensajes sobre cómo se posicionarán en el futuro. ¿Realmente están preocupados por la seguridad de los jóvenes estadounidenses? ¿O es esta una excusa perfecta para cerrar filas contra un adversario comercial?
Tik Tok está en el centro de una batalla entre políticos y empresarios. La Corte Suprema en Estados Unidos avaló un veto que venía trabajando el Congreso, alegando que les generaba dudas como ByteDance, la empresa china dueña de Tik Tok, maneja los datos de sus usuarios. Les dieron un ultimátum: o venden la aplicación a una empresa estadounidense o Tik Tok se apaga. ByteDance apeló ante Trump, quien decidió detener el veto por 75 días, pero dejó claro que le gustaría que al menos el 50 % de TikTok quedara en manos de una empresa americana, mejor si es alguien cercano a él, como Elon Musk.
Al final, da la sensación de que TikTok se ha vuelto el “florero de Llorente” en esta pelea entre gigantes, donde desde afuera no queda claro si esto realmente es por seguridad nacional, por intereses comerciales o incluso por venganza, porque como me enteré hace poco por mi hermano, quien estuvo en China recientemente, allá no tienen Google, WhatsApp, Facebook ni Instagram. Incluso Tik Tok es diferente, con una versión hecha solo para ellos. Las grandes empresas como Meta o X no pueden entrar a ese mercado, porque los chinos protegen su tecnología y su economía. Para los estadounidenses, pudiera parecer lógico responder igual: “Si tú no me dejas entrar, yo tampoco te dejo”. Ojo por ojo, diente por diente.
Pero esto no es solo sobre Tik Tok. Lo realmente preocupante es ese mensaje de que se van cerrando esos mercados, de que el concepto de globalización se esfuma, y que después de años de trabajar juntos y de 70 años de progreso mancomunado, ahora esto se desmorona y las grandes potencias como China y Estados Unidos se dedicarán a chocar y proteger sus propios intereses.
Creo que estamos presenciando el fin de la globalización. Si seguimos cerrando fronteras y pensando solo en nuestro lado de la finca, vamos a perder todo lo que habíamos avanzado como humanidad. Lo que veremos crecer es la inequidad, con algunos países desarrollándose aceleradamente porque tienen el poder y la plata para hacerlo, mientras otros se quedarán rezagados, al no poder competir a ese nivel, particularmente en América Latina. Con Trump empezó la era del más fuerte. Y Colombia no es uno de ellos.
@miguelVergaraC