El presidente de la República acaba de tomar esta medida a raíz de la difícil situación de orden público que existe en la región del Catatumbo. Su fundamento jurídico está indicado en el artículo 34 de la Ley 137 de 1994, cuyo texto dice: Declaratoria del Estado de Conmoción Interior. Cuando se presente una grave perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado o la convivencia ciudadana, que no pueda ser conjurada mediante el uso de las atribuciones ordinarias de las autoridades de Policía, de conformidad con el artículo 213 de la Constitución, el Presidente de la República, con la firma de todos los Ministros podrá declarar el Estado de Conmoción Interior. El decreto declaratorio determinará el ámbito territorial de la Conmoción Interior y su duración, que no podrá exceder de 90 días”.
En efecto, se necesitó que los tres últimos gobiernos se hicieran los locos para saber lo que estaba pasando en la región del Catatumbo. Más de 100 muertos en pocos días, 40.000 desplazados, 15.000 confinados, 50.000 niños sin estudios y 500 profesores huyendo de la región. Una guerra al estilo Israel – Palestina, entre dos organizaciones guerrilleras (Farc -ELN), y otra delincuencia venezolana, que se apoderaron de esa rica zona detrás de 45.000 hectáreas de coca. Un asunto verdaderamente tenebroso como diría el escritor francés Honoré de Balzac en su famosa novela.
Allí funciona el infierno. Su nombre Catatumbo viene de la lengua Barí, que significa “Casa del trueno”. La conforma 13 municipios de los departamentos de Norte de Santander y Sur del Cesar, tierra fértil capaz de producir toda la comida que consume el país. Sin embargo, de allí sale para el exterior la mejor cocaína del mundo, con toda la violencia que este combustible genera ante la mirada impávida de los últimos tres gobiernos que siguen confiando en la benevolencia del diablo.
La situación no da más espera y se requiere una decisión política y militar donde se ponga de presente el principio de autoridad del Estado para quitarle a estos grupos delincuenciales la coca como fuente de recursos de financiación, como también evaluar los resultados del proyecto de Paz Total del actual gobierno, pues hay alertas de parte de la Defensoría del Pueblo que ya se están formando otros Catatumbo, en el Cauca, Chocó, Putumayo, Guaviare y Sur del Meta.
Ojalá no pasemos de un país conmocionado a uno convulsionado, porque nos llevó el diablo.
@FcuelloDuarte