Anora, la comedia ganadora de la Palma de Oro en Cannes 2024, esconde, detrás de su tono aparentemente ligero, un profundo drama que explora la vida de una joven trabajadora sexual y su frustrado matrimonio con el hijo de un oligarca ruso.

Dirigida por Sean Baker (The Florida Project, Red Rocket), Anora ha recibido seis nominaciones a los premios de la Academia y cinco en los Globos de Oro, siendo aclamada por la crítica internacional.

La protagonista es Anora (Mikey Madison), quien prefiere llamarse Ani y trabaja en un bar de Manhattan. Vive en un barrio de Brooklyn predominantemente habitado por rusos, lo que le permite experimentar las difíciles realidades que enfrentan aquellos que comparten su entorno. Aunque su dominio del ruso es limitado, su conocimiento proviene de su abuela, quien no hablaba ninguna otra lengua.

Al principio de la película, vemos a Ani mostrando sus habilidades como bailarina y su destreza para interactuar con los clientes del bar. Es allí donde conoce a Vanya (Mark Eydelshtein), quien la contrata para un servicio privado ofreciéndole una considerable suma de dinero.

Entusiasmado, Vanya comienza a exigir más de sus favores sexuales y su tiempo, y Ani, fascinada por la opulencia de la mansión de Vanya (que en realidad pertenece a sus padres), accede a sus demandas, siempre consciente de su posición social.

Pero cuando el juego infantil de Vanya se convierte en una propuesta matrimonial, la situación cambia, y se desencadenan una serie de eventos tan dramáticos como irónicos y emocionalmente desgarradores.

El tono de la película se va transformando, siempre sorprendiendo al espectador con giros inesperados. En el fondo, Anora resulta siendo una historia de amor marcada por los complejos mecanismos del poder económico y las jerarquías sociales, los cuales pueden destruir sin piedad al ser humano.

El toque humanista que Baker imprime a sus personajes, generalmente marginales o trabajadores sexuales, se hace palpable una vez más en este filme. Bajo este criterio, Anora evoca a Tangerines (2015), otro de sus proyectos filmado con iPhone, en el que también se aborda la vida de los trabajadores sexuales, en ese caso, trans.

Las actuaciones son sobresalientes, especialmente la de Madison, quien recibió varias nominaciones como mejor actriz, y Yura Borisov en el rol de Igor, nominado como mejor actor de reparto. La fotografía de Drew Daniels captura la ciudad de Nueva York con impactante realismo, logrando que la ciudad se convierta en un personaje más de la historia.

@GiselaSavdie