Así, con ese escueto título se informó que después de 16 años Barranquilla recupera 1.450 hectáreas que había perdido por la absurda Ordenanza de la Asamblea del Atlántico No.00075 del 7 de diciembre de 2009 que se las cercenó al Distrito estableciendo unos límites tan traído de los cabellos que dos vías relativamente nuevas como lo son la Autopista al Mar y la Circunvalación, se convirtieron por capricho de los Diputados de ese entonces, en límites entre Barranquilla y Puerto Colombia, dos entidades administrativas que ya tenían límites desde muchísimos años atrás. Ahora más de década y media después el Consejo de Estado confirma el fallo de 2016 del Tribunal Administrativo del Atlántico, y declara la nulidad de dicha Ordenanza, situación que no admite apelación. Todos sabemos que la justicia en Colombia es paquidérmica lo que la hace injusta por naturaleza, pero 16 años para tomar esta tan lógica decisión resulta imperdonable porque ha sido inmenso el daño que con esa exagerada demora le han ocasionado a quien siempre ha tenido la razón, como lo es Barranquilla. La sola urbanización “Ciudad Mallorquín” muy probablemente hubiera sido menos agresiva con el medio ambiente y con la densidad poblacional, logrando un urbanismo más equilibrado. El necesario puente sobre la Circunvalación con carrera 65 quedará 100% en el Distrito y será posible. Los habitantes de Villa Campestre y Ciudad del Mar durante los últimos 16 años hubieran estado mejor atendidos en cuanto a sus vías, espacios públicos, servicios, etc.

De acuerdo a lo que he podido percibir de manera directa conversando con varios amigos que habitan y con propiedades en Villa Campestre, es su tremenda satisfacción al conocer que vuelven a vivir en Barranquilla, más que todo porque suponen y con razón, que al fin verán los resultados de una administración eficiente y confiable que podrá resolverle sus más complicados problemas, y de antemano me comentan que si el alcalde Alex Char anunciara desde ya la construcción del parque en el lote donde se encuentra el CAI, predio que me aseguran es de propiedad del Distrito, demostraría rápidamente la positiva diferencia. Y si desde ahora estudiara, diseñara y anunciara la solución a la problemática de las aguas pluviales en Villa Campestre, empeorada por la obra de la llamada Gran Vía, así como el mantenimiento de su deteriorada malla vial, el alcalde se metería en el bolsillo a miles de vecinos hoy muy afectados y sin ninguna respuesta de la alcaldía de Puerto.

Ahora el dilema del impuesto predial del 2025, ¿Quién deberá cobrarlo, Barranquilla o Puerto Colombia? ¿O se repartirá proporcionalmente para Puerto los días previos al fallo, y desde esta fecha hasta diciembre a Barranquilla? Lo único cierto es que por fin se hizo justicia.

@nicorenowitzky