Este periódico EL HERALDO publicó recientemente el domingo 26 de enero del presente año en primera página con extensión en las interiores, una magnífica crónica sobre la “Movilidad del tránsito de vehículos en la ciudad”, el cual, según los operadores de dicho relato, podría colocar a la ciudad como una de las primeras urbes en el mundo en lentitud, torpeza, atasco, desorden e indecencia. Se apoyan los opinadores en la Plataforma Tom Tom que a su vez registra a la ciudad a nivel internacional en estos aspectos. Así mismo con razón la crónica manifiesta que fueron consultados varios expertos que manifestaron, con razón, que para conceptuar en forma tan absoluta hay que tener en cuenta diversas variables.

Es evidente, las estadísticas hablan, que la imprudencia, la desobediencia, la ignorancia provocada en los conductores es una causa feroz de mortalidad y accidentes. Los analistas no deben olvidar encuestas internacionales de vasta trayectoria de capitales como El Cairo, Roma, Buenos Aires; rompen todos los pronósticos y se han convertido desde hace años, en este aspecto, en verdaderos infiernos. Las opiniones que son citadas de magníficos expertos locales sobre el tema son opiniones de mucha valía. Son especialistas que han demostrado con éxito y acierto a través de los años en el ámbito local, que tienen mucha razón en sus opiniones y conceptos. Por ejemplo, para citar unas pocas, el hecho de que nuestra ciudad tenga “El centro” comercial, alrededor del Paseo Bolívar, el corazón de muchas actividades comerciales y oficiales, logra que un tráfico inmenso y caótico confluyen en horas especiales hacia esa dirección y aumenta la congestión.

La mala educación de los choferes, la desobediencia a las normas e indicaciones. Querer ocupar estrechos espacios donde no hay cupos, la soberbia y la intransigencia al conducir, son a nuestro juicio importantes opiniones que manifiestan verdades explícitas fácilmente comprobadas. Las nuevas costumbres como las motocicletas en los andenes, las chazas ocupando vías en cualquier espacio necesario para los vehículos son apenas algunos otros aspectos que considerar. A nosotros sin embargo, además de aceptar estas valiosas opiniones de la crónica mencionada, queremos destacar de nuestra cosecha individual un tema que nos parece el más grande coautor de todo este desorden: La falta de autoridad policiva que se requiere, se suplica, se necesita, se exige urgente en nuestra capital y ni modo de conseguirlo. Pasan kilómetros, barrios enteros, distancias inmensas y no se ve un policía de tránsito por ningún sitio. Y si lo vemos está enamorando a la muchacha que pasa a su lado o hablando por celular. No hay nada que impacte más a un conductor y de paso eduque mucho que un comparendo.