A finales de enero de 2021, creo, Armando Benedetti, a la sazón senador, nos propuso a un grupo de personas de distintas profesiones y posturas conceptuales que nos integráramos en un espacio plural que adoptó el nombre de ‘Debate Local’.
Benedetti vivía entonces con su esposa Adelina Guerrero Covo en una mansión de Puerto Colombia, donde pasó la pandemia del Covid-19, y desde ahí cumplía sus virtuales tareas parlamentarias e interactuaba con actores políticos, institucionales y de la sociedad civil.
El 3 de febrero de 2021 creamos un chat con Benedetti, Laura Sarabia, Paula Sierra (ambas de su UTL), Jairo Parada, Jorge Senior, Miguel Ángel del Río, Moisés Pineda, Gonzalo Guillén, Andrea Dávila, Porfirio Ospino, Miguel Ángel Ospino, Adrián Jiménez y yo. Omito un nombre por su expresa solicitud. El chat sobrevive con la poca interacción de quienes aún lo conformamos y lo administra Paula Sierra. Si no se disuelve quedará como arqueológico testimonio de un espacio que compartimos con Benedetti y Laura Sarabia.
Dany Oviedo, mi compañero de actividades laborales, me ha recordado que él hizo en una reunión virtual, en calidad de invitado, una exposición sobre el Sistema Penal Acusatorio, que le interesó al entonces senador. Sin desconectarse de las reuniones del grupo, en las que hacía ágiles comentarios empolvados con las palabrotas que más le encantan, Benedetti atendía compulsivamente sus celulares. En una de esas sesiones reveló, como León Trotsky, su faceta de hombre que amaba a los perros mostrándonos sus dos hermosos Dóberman.
Laura Sarabia cumplía al pie de la letra las instrucciones de su jefe y cuando era necesario nos enviaba documentos a los correos electrónicos. Aún conservo el e-mail (lauri.sarabia@gmail.com).
En ese momento de 2021 era imposible vaticinar que Petro sería presidente y menos era pronosticable que Laura Sarabia, de casi 27 años, haría una exitosa carrera burocrática. Ha sido jefa de Despacho Presidencial, directora del DPS, directora del Dapre y ministra de Relaciones Exteriores.
En Laura Sarabia parecerían haberse encontrado (aunque no soy supersticioso) la buena suerte y la condición de politóloga y magister en comunicación política. Algunos se preguntan si ella sabe de todo. Otros piensan, suspicazmente, que sabe demasiado. Se afirma que esta calculadora muchacha bogotana cercana a los 31 años conoce secretos del presidente. Y de ahí, aseguran, emana su inmenso poder en el ‘Gobierno del Cambio’. Varios altos funcionarios, incluida la vicepresidenta Francia Márquez, se han quejado del maltrato de la ‘ama de hierro’ del régimen de Petro.
@HoracioBrieva