Recientemente se anunció el nombramiento de la nueva embajadora de Colombia en Catar, Odette Yidi, una mujer que ha representado a la comunidad árabe colombiana mucho antes de asumir este cargo. Su labor ha sido fundamental para que muchas personas de origen árabe en Colombia se reconecten con sus raíces, su cultura y su legado, así como para fomentar la comprensión de los desafíos que enfrenta el Medio Oriente.

Barranquillera de ascendencia palestina, Yidi encarna las cualidades esenciales que cualquier diplomático colombiano en la región debería tener: una sólida formación académica y una amplia experiencia en la materia. Es internacionalista de la Universidad del Norte y magíster en Estudios de Próximo y Medio Oriente por la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres. Además, ha desempeñado un papel destacado como directora del Instituto de Cultura Árabe de Colombia y como miembro del Comité de Expertos de “Árabes Latinos”, un espacio intercultural de la UNESCO. Su perfil profesional cumple con todos los requisitos para la misión que se le ha encomendado en nombre de Colombia, a lo que se suma un elemento clave: su dominio del árabe, una ventaja invaluable para asumir un cargo de esta magnitud.

El reto que enfrenta Odette es de gran relevancia en un momento especialmente crítico para el conflicto en Medio Oriente. Desde Catar, un país que juega un papel clave como mediador en el conflicto entre Palestina e Israel, deberá abogar, desde la diplomacia, por el fin de la ocupación ilegal del territorio palestino y la protección de los civiles, quienes hoy sufren la violencia y la opresión tanto de Netanyahu como de Hamás. Odette creció en una ciudad donde árabes y judíos han convivido en paz durante décadas, una experiencia que le permite comprender que la postura de Colombia debe centrarse en la defensa de los derechos de los civiles, tanto en Palestina como en Israel, así como en la soberanía de la Franja de Gaza y Cisjordania, regiones golpeadas por la ocupación y la violencia desproporcionada ejercida por Israel, en abierta violación de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

Asimismo, su presencia en Catar será crucial para fortalecer los lazos de Colombia con otros países de la región. No solo se trata de desarrollar una visión diplomática coherente con los principios del derecho internacional, sino también de reconocer la importancia de los vínculos históricos y culturales que unen a Colombia con la comunidad árabe.

Aunque el desafío que enfrenta es enorme, no cabe duda de que Odette estará a la altura de las circunstancias en los meses venideros. Es fundamental que cuente con el respaldo necesario dentro del gobierno y que, a través de la diplomacia, logre representar a Colombia de la mejor manera posible.

@tatidangond