Tras haber superado los plazos puestos por el Juniorismo para saber si se quedaba o se iba, el entrenador César Farías tiene, a la vuelta del almanaque, su Día D en el equipo.

Que no llegaba a la Lectura del Bando, que no llegaba al Show de Shakira, que no llegaba a La Guacherna, que no llegaba al Carnaval, que no llegaba al Miércoles de Ceniza. Todos los pronósticos fueron superados, aunque el sabor de buen fútbol y de buen equipo no se haya paladeado ni visto.

Sin embargo, este jueves, cuando Junior y América jueguen en el ‘Metro’ el chance de competir en la fase de grupos de Copa Sudamericana, todos esos plazos y apuestas se convertirán en su verdadero Día D, o sentencia final.

Es que no solamente se juega lo deportivo sino lo económico. Es posible que los señores Char toleren lo de ver un equipo que no entretiene, o que vaya chilingueando en la suma de puntos, pero sí a eso se le suma una pérdida económica en dólares, es posible que lleguen al límite de la espera con Farías.

El mismo entrenador venezolano sabe eso. Los técnicos no son tontos. Públicamente pueden dar mil disculpas porque su equipo no arranca, o lo eliminan, o no clasifica, pero en su propia realidad saben que si no hay resultados, si un equipo no enamora a su hinchada y si te eliminan de algo, lo más ‘natural’ es que te despidan. En la presente Liga ya se fueron tres.

Farías debe ser consciente que, cuando llegó a reemplazar a Reyes, se habló en Junior de un revulsivo que no se vio, del equipo estilo Farías que tampoco, en su primer intento en Copa, Medellín lo eliminó, clasificó a los cuadrangulares del año pasado por los tres puntos del juego accidentado frente a Nacional y, después, no se pudo jugar otra final.

Hoy, cuando dirige el equipo montado por él, tampoco aparecen los resultados ni el buen gusto.

En casa ha perdido siete puntos de 12 y por fuera ha ganado cinco de nueve. Como local le restan apenas seis partidos. La proyección de la suma de puntos no le alcanzaría para clasificar. Los puntos van escaseando.

América tiene un buen presente en Liga, ha ganado cuatro partidos, empatado dos, sin derrotas, y un partido aplazado.

Sólo Farías tiene la solución para que este jueves no sea su Día D. Y que recuerde que hasta las siete vidas del gato se acaban...