Cada vez adquiere mayor relevancia integrar principios que fomenten un entorno donde todas las personas puedan desarrollarse plenamente, no solo como un imperativo ético, sino también como una estrategia clave para el bienestar y la eficiencia organizacional. Las empresas tienen la responsabilidad de identificar y eliminar obstáculos que limiten el acceso a oportunidades y subsanar esas brechas que pueden conducir a resultados no equitativos.
Fomentar una cultura organizacional respetuosa permite una mejor toma de decisiones, estimula la innovación, aumenta la agilidad organizacional y fortalece la resiliencia ante la disrupción.
Tal como lo indica el Foro Económico Mundial, en un entorno global caracterizado por una gran volatilidad, numerosos estudios ponen de relieve los beneficios a largo plazo de la elaboración de políticas participativas y de bienestar colectivo en todos los sectores.
Es un hecho considerar que la participación de la mujer en el mercado laboral sigue siendo inferior a la de los hombres. Según datos del Banco Mundial, las mujeres en Colombia enfrentan desafíos significativos en el ámbito laboral y aunque su tasa de participación ha aumentado, todavía existe una marcada diferencia en comparación con la de los hombres. A esto se suma la discriminación por edad, una realidad que enfrentan hoy las compañías.
De este modo, afrontar las desigualdades y acabar con la discriminación es fundamental para lograr sociedades sostenibles, en el Día de la Cero Discriminación, reafirmamos que el derecho a la no discriminación está intrínsecamente vinculado al respeto de la dignidad y de los derechos humanos. Así, proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”, “sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.
Si bien alcanzar la cero discriminación puede parecer desalentador considerando el amplio alcance del problema y que está arraigada a ámbitos como el empleo, la educación, el acceso a la salud, a la vivienda, la seguridad alimentaria, entre otros; abordarla desde el ámbito empresarial, minimiza los puntos ciegos y fomenta un pensamiento verdaderamente innovador, lo que resulta significativo en la construcción de organizaciones flexibles capaces de lidiar con los riesgos y retos mundiales. ¡Empresas como agentes de cambio, sociedades libres de discriminación!
* Director People Experience, Pfizer Clúster Andino y Colombia