En una entrevista a El País de España, Petro dijo: “No estoy seguro de que mi papel sea administrar el capitalismo de los capitalistas. Porque eso ya fracasó. Ese sistema ya está moribundo y se lleva consigo a la humanidad, que es el problema mayor. Desde el Gobierno hay que hacer transformaciones que democraticen las instituciones”.
¿Petro quiere una democracia sin economía de mercado? Martin Wolf en el libro La crisis del capitalismo democrático dice: “el capitalismo no puede sobrevivir a largo plazo sin un sistema político democrático, y la democracia no puede sobrevivir a largo plazo sin una economía de mercado”.
Creo que Petro hace parte de quienes creen que la democracia podría funcionar mejor sin el capitalismo. Así como hay quienes estiman que al capitalismo le iría mejor sin la democracia.
Petro no da pistas sobre el sistema económico que le gustaría para Colombia. Tampoco explica qué tipo de democracia anhela. Pero un reto democrático fundamental es que el voto logre ser verdaderamente libre y transparente. Hoy, en considerable medida, es comprado y amarrado. O presionado por actores armados ilegales. O desprovisto de adultez política.
Petro sabe que el capitalismo colombiano no ha resuelto el problema de la pobreza (según el Banco Mundial afecta a más de 16 millones de personas), pero no tiene algo nuevo y superior que ofrecer porque, sencillamente, no existe en el mundo. Después de dos siglos de enormes avances producidos por el capitalismo, a pesar de sus cíclicas crisis y de sus antagonismos con la democracia, no hay nada diferente que luzca atractivo para asegurar sociedades con oportunidades, empleo y prosperidad. Pues el socialismo fracasó y el capitalismo con dictadura es una pésima elección.
Otra llamativa expresión de Petro es que él se declara “revolucionario”, pero no su Gobierno. Me parece que fue petulante haber basado la propuesta del cambio en la narrativa de que este nos llevaría a una nueva era después de 200 años de gobiernos oligárquicos. Habría sido más cuerdo proponer un Gobierno reformista que construyera sobre lo construido bajo la premisa de que la historia nacional la han forjado gobiernos buenos, regulares y malos. La humanidad siempre construye sobre lo construido. Nada brota de la nada. ¿Acaso, como lo señala Martin Wolf, las democracias occidentales no surgieron de las instituciones políticas medievales?
Petro también dijo a El País que la experiencia de presidente le ha parecido “una infelicidad absoluta”. Pero, como el poder es adictivo, seguramente le habría encantado la reelección si fuera posible. Y por eso quiere poner sucesor.
@HoracioBrieva