Bastantes asuntos tienen en la cabeza el señor presidente de los colombianos y su circo de ministros. Algunos de ellos no saben dónde están parados, mucho menos están preparados, ni cuentan con la experiencia para el cargo que ocupan.

Gustavo Petro pareciera no tener suficiente con los escándalos de corrupción y el desorden de su gabinete, y no el actual, sino desde que se posesionó como presidente de los colombianos. La cambiadera de ministros, las fallidas reformas que ha querido imponer, la tolerancia a la corrupción, abusos en los altos cargos, y la constante improvisación en la toma de decisiones, que terminan afectando a todos los colombianos. Con tanto problema por resolver, ¿para qué viene a meter las narices, estando desinformado, y afirmando que “Cartagena está cediendo ante el turismo sexual cuando debería ser un referente del turismo cultural”?

Estas afirmaciones del presidente de los colombianos son dañinas para la imagen de la ciudad. Desde el 1 de enero de 2024, el alcalde Dumek Turbay Paz, inició una guerra contra la prostitución y el turismo sexual, recuperando importantes plazas y calles del centro histórico, haciendo presencia nocturna y cerrando establecimientos dedicados a la entretención para adultos.

Señor presidente, usted tiene suficiente con los problemas de orden público del Cauca, del Catatumbo, de Tibú; los escándalos de corrupción en la salud de los profesores y el paso de Papá Pitufo por la DIAN, como para estar gastando el tiempo, desmeritando la labor del alcalde de los cartageneros. No le haga daño a la ciudad con comentarios inapropiados. Usted tiene olvidada a Cartagena y sus ministros y funcionarios de alto gobierno solo vienen a tomar el sol.

Como ciudadano, le exijo que se abstenga de hacer comentarios que dañen la imagen de la heroica y lo invito a que trabaje de la mano con nuestro alcalde y su equipo de gobierno en pro del progreso. Pero si no lo quiere hacer y le sobra el tiempo, dedíquese a la rumpología, pero no le haga más daño a Colombia, porque usted se ha convertido en el verdugo de los colombianos. El enemigo de la democracia no es el pueblo, es la corrupción, la inmoralidad y las decisiones absurdas como las que usted viene tomando. Durante toda su campaña, el lema fue “el gobierno del cambio”; hoy por hoy podemos afirmar que en realidad es el gobierno de los escándalos.

En la historia quedará registrado como un verdugo de la salud, la educación, el desarrollo, la economía, las buenas costumbres y la calidad de vida.

@lavozdelderecho