Ya no me preocupa tanto el Unión Magdalena sino lo que está sucediendo en el fútbol samario y en el resto del departamento. Hablo desde la distancia de ver los partidos del otrora Ciclón Bananero por televisión, lo cual no me impide tener una opinión al respecto de lo que veo.
Es duro lo que voy a decir, pero, es inocultable para el país futbolero el pobre espectáculo que desarrolla mi equipo en la cancha y, lo que es peor, no hay un solo jugador samario que nos represente como miembro de una cantera de la que salieron jugadores que jugaban al fútbol de una forma particular que permitía identificar el gen futbolero samario. Cantera que repartió jugadores por todo el país y el exterior, quienes brillaron en esos universos; parecía inagotable y hoy me estremezco al pensar que se pierdan esas raíces y se acabe el fútbol samario y tengamos que traer jugadores de otros lares para que defiendan nuestra camiseta. Eso es muy doloroso.
El crack se reconoce desde cuando entra a la cancha y hace sus primeros movimientos con el balón, el resto es verlo desarrollar sus habilidades. Sigo los movimientos de cada jugador del Unión en las dos fases del juego y no veo ninguno que se destaque de manera consistente con aspiraciones de ser crack. Y que no me digan que les faltan partidos y por eso no destacan.
Permítanme un ejemplo de un crack en su puesto a quienes todos conocen pero no sus orígenes en el fútbol. Me refiero a mi amigo Eduardo Retat, de cuyos inicios en el fútbol soy testigo por estudiar ambos en el Liceo Celedón y practicar fútbol en su cancha. Todos le reconocimos su liderazgo con un desparpajo característico. “Hey, Yayo, sal para que entre éste”, decía el entrenador, y él contestaba “Y yo, ¿por qué?, saca a este man que es el que está jugando mal”. Lo que sucedía en adelante es que Eduardo redoblaba su esfuerzo y se convertía en el MVP del partido. Luego vino el reconocimiento como mejor jugador amateur del país, en su momento el jugador más costoso en la historia del FPC; contratado por los equipos grandes del país como Nacional, del cual fue capitán. Finalmente, la Selección Nacional. Eso es ser crack.
No aspiro a tanto con estos jugadores de la plantilla actual, pero me atrevo a hacer una recomendación con base en lo que veo en el terreno de juego. Su peor defecto es que les faltan fundamentos para dominar el balón en sus tres fases –recepción, control y pase-, no tienen nada mejor que hacer que entrenar hasta intentar la perfección. Anímense, Cristiano Ronaldo, quien ha ganado todo en el fútbol y tiene muchos euros por eso, se entrena 4 horas diarias de lunes a viernes.