El sector inmobiliario de Barranquilla sigue mostrando un desempeño positivo, incluso en un contexto de incertidumbre. A pesar de la suspensión de subsidios nacionales, las ventas de vivienda nueva han crecido un 55% en lo corrido del año en el Atlántico, según el último informe de Camacol. Además, los registros de compraventa de inmuebles nuevos y usados en la oficina de registro de la ciudad han superado el promedio histórico de la época, lo que refuerza una proyección optimista para el sector en 2025.
El acceso al crédito también ha sido un factor clave. La cartera hipotecaria de vivienda en el departamento cerró 2024 con un crecimiento anual del 15%, destacando al Atlántico como el departamento con mayor incremento nominal en saldo de capital por segundo año consecutivo. Esta evolución responde a mejores condiciones macroeconómicas, con una inflación contenida y tasas de interés más favorables, lo que ha permitido que más familias accedan a vivienda propia.
A nivel distrital, el programa de subsidios de vivienda ha sido un importante dinamizador del sector. Con una meta de colocación de 10.000 unidades en cuatro años, esta iniciativa ha facilitado el acceso a la vivienda y promovido la construcción de nuevos proyectos. En paralelo, la oferta de vivienda ha evolucionado para responder a las necesidades del mercado, ajustándose en áreas, número de habitaciones y baños, además de incorporar amenidades y urbanismo que elevan la calidad de vida de los residentes.
El atractivo de Barranquilla no solo radica en su oferta inmobiliaria, sino en su entorno favorable para el desarrollo urbano. La ciudad se ha consolidado como un polo de inversión gracias a su ubicación estratégica, una inversión pública destacable y un puerto con calado estable que facilita el comercio exterior. Además, cuenta con una infraestructura deportiva y recreativa en constante mejora, espacios públicos renovados y una economía diversificada. Como resultado, el mercado laboral ha crecido hasta alcanzar 912.000 personas ocupadas, fortaleciendo la demanda de vivienda.
Si las condiciones macroeconómicas y los estímulos locales se mantienen, el sector inmobiliario de Barranquilla continuará su expansión, consolidando su posición como uno de los mercados más dinámicos del país. Con una oferta ajustada a las nuevas necesidades y un entorno favorable para la inversión, la ciudad se perfila continuar como un referente en desarrollo urbano y crecimiento sostenible.
@KeliPuche