“En este pueblo hay muchos caciques y pocos indios Doctor. Todo el mundo quiere mandar y pocos desean obedecer. Por eso no se superan problemas y cada quién actúa como le parece sin importarle el criterio de sus compañeros, vecinos, amigos o colegas”. Me dijo un líder de una población con muchos asuntos sin resolver.

Ante esa afirmación, que se ha vuelto un lugar común, le repliqué que el problema no son los caciques ni los indios, sino la ausencia de conciencia tribal: No hay tribu. Hace mucho desapareció la noción de bien común y está triunfando el individualismo. La mayoría quiere ser pluma blanca. Aunque las plumas tengan múltiples connotaciones y significados.

Para quienes piensan que existen muchos caciques y pocos indios, la crisis de liderazgo global es un asunto de egos, hegemonías, intereses, rivalidades, protagonismos y mucha mediocridad. La figuración y el mérito injustificado son evidencias de la ausencia de contenido de calidad. Las ideas son genialidades, propias de discursos extraordinarios a causa del triunfo de la vulgaridad y la soberbia.

En realidad, lo que no existe es tribu. Abundan clanes, élites, camarillas, personalismos y grupos de presión, que están defendiendo sus negocios o ventajas, sin considerar con quienes se enfrentan, o en el peor de los casos, sin importarles la situación o la condición de otros individuos, instituciones, o cómo prefieren llamarlos: Competidores. Es la ley de la selva urbana, en la que el ambiente es totalmente antinatural.

Conformar buenos equipos de trabajo, requiere mucho más que carisma, autoridad, dirección o jefatura. Para ello se deben fomentar valores soportados en confianza, respeto, buen ejemplo, cordialidad, cortesía y mucha consideración con el esfuerzo compartido. El líder reconocido, siempre será superior al impuesto. El afecto es el motor de las preferencias.

Una alianza duradera, es el acuerdo, pacto, compromiso, vínculo o asociación, permanente y sostenible en el tiempo, a partir de los proyectos comunes, oportunidades, inclusiones, beneficios, deberes, utilidades u obligaciones inspiradoras de relaciones saludables y productivas. Es la aspiración más noble del amor. La apuesta idealizada de la paz. La noción superior de la esperanza. El negocio perfecto entre socios considerados. El signo de la buena salud social.

¿Tus alianzas tienen fecha de caducidad? ¿Se vencen o prescriben las preferencias? ¿Son temporales nuestras relaciones? Cambiar y crecer es posible. Se requiere conformar la tribu sin humillar a los caciques, ni a los indios, para lograr esa alianza duradera.

@JulioCesarHT